Crónica Liga Nacional Juvenil: La Salle 2 – 2 Son Oliva

saludo de los equipos

Alineaciones:

La Salle: Roberto Llado, Daniel Morro, Jaume Ferrer, Antoni G Planas, Gabriel Adrover, Andres Moreno, Jaime Jaume, Antonio Sanchez, LlorenÇ Gil, Ignacio Estradas y Mateo Camacho.

Sustituciones: Carles Puigferrat por Gabriel Adrover (min.46), Valentin Mateo por Antonio Sanchez (min.46), Rafael Sampedro por Mateo Camacho (min.46) y Ivan Gomez por Antoni G Planas (min.59)

Son Oliva: Francisco J Balaguer, Christian Alvarez, Javier Romero, Agustin Sanchez, Andre Frederick, Juan M Llado, Bryan Bolivar, Marcos Fernandez, Ignacio J Dosil, Joan Gual y Mouasin Aghattas.

Sustituciones: Jordi Verdera por Javier Romero (min.35), Antonio Cantallops por Joan Gual (min.59), Cristobal Inarejos por Juan M Llado (min.77) y Juan M Lopez por Ignacio J Dosil (min.80)

Goles: 0-1 Ignacio J Dosil Mayol (min 1), 0-2 Ignacio J Dosil Mayol (min 31), 1-2 Rafael Sampedro(min.72) de penalti, 2-2 Jaime Jaume (min 89)

Árbitro: Sebastian Ripoll Solano. asistido por Ioan Piloca y Juan Manuel Font Fernanadez.

Tarjetas: Gabriel Adrover (amarilla, min 40) para el La Salle. Mouasin Aghattas (amarilla, min 40), Mouasin Aghattas (amarilla, min 43) y Juan M Llado (amarilla, min 71) para el Son Oliva.

Comentario:

Tarde agradable en Son Rapinya para recibir la visita del UD Son Oliva, como primer rival tras la marcha de A. Pinilla como entrenador de La Salle. No se cumplió el tópico de entrenador nuevo victoria asegurada, más bien todo lo contrario, ya que se salvó un punto de “milagro”.

Podríamos decir que el partido empezó con 0-1 para los visitantes ya que mientras unos tomaban asiento en las gradas y otros su ubicación en el terreno de juego, Nacho ya había marcado el primer gol para su equipo. Es la diferencia que tiene salir totalmente conectado y con la lección bien preparada o salir a especular con minutos de tanteo. Empezaba otro partido de 89 minutos.

Este “segundo” partido comenzaba como el primero, con un Son Oliva totalmente enchufado ejerciendo una gran presión sobre el rival que no sabía como sacudirse el agobio que le producía la intensidad y ritmo propuesto. Bryan y Nacho eran una pesadilla para la defensa local, sobretodo entrando por el centro donde los locales parecían más vulnerables ya que Dani Morro y Jaume Ferrer se mostraban con su seguridad habitual en las bandas, aunque con muchas dificultades para sacar el balón jugado desde atrás ya que sus compañeros del nuevo centro del campo se veían superados por los de su rival, tanto en colocación como en anticipación, comandados siempre por un gran Marcos Fernández dando lecciones de lo que significa el brazalete de capitán.

Ante tal escenario parecía más normal que llegara el segundo gol visitante que el empate, ya que Mateo no tenía oportunidad de demostrar su gran olfato de gol y tenía que retrasar su posición para entrar en contacto con el balón, mientras que Bryan y Nacho seguían incansables creando peligro y fue a los 30 min. de juego cuando nuevamente Nacho hacía justicia al trabajo de todo su equipo y colocaba el 0-2. Resultado con el que se llegaría al descanso; dos goles arriba y un jugador menos tras la, más que rigurosa, expulsión de Mouasín antes de finalizar esta primera parte.

Esperábamos con expectación el inicio de la segunda parte para comprobar si se mantenía el nuevo once en La Salle o entraban los jugadores que habían sito habituales con Mr. Pinilla como Rafita, Valentín… ver los movimientos estratégicos de los entrenadores, comentar los dibujos tácticos iniciales y las variantes propuestas por cada bando, como hicimos el día que se recibió al San Francisco en este mismo campo. Pero asistimos a lo que menos esperábamos.

“Esta segunda parte sólo tuvo un dueño, amo y señor y fue La Salle”, así iniciábamos la crónica de la segunda parte del día que se recibió al San Francisco. Pero hoy, y sintiéndolo mucho, el único dueño, amo y señor capaz de acabar con el juego del Son Oliva fue el colegiado del partido.

Como se puede comprobar en las crónicas que llevan esta firma en todos estos años, nunca comentamos la labor de los colegiados por el gran respeto a su difícil tarea e ingrata por lo que tienen que aguantar, así como su derecho a equivocarse. No importa si la expulsión fue justa o no. Tampoco si el penalti pitado que transformó Rafita de forma magistral consiguiendo el 1-2 debió pitarse o no. Tampoco que el 2-2 conseguido por Jaume fuera en el minuto 94 y no el 89 como dice el acta arbitral. Todos los errores puntuales son justificables por grandes que sean.

Pero asistimos a un cúmulo constante de “pequeños” errores que no sólo acaban con el dominio de un oponente sobre otro, si no que acaban desquiciándole. Es difícil de justificar tantos errores en la señalización (no señalización) del “fuera de juego” siempre en la misma dirección, así como pequeñas faltas que no acaban en gol pero inclinan el campo de una forma difícil de llevar por el perjudicado.

Cuando ves llegar al árbitro y los chavales ven a colegiados de categorías superiores les da seguridad en el sentido de que es más difícil que se equivoquen, alguno me dijo en cierta ocasión que ser arbitrado por Fco. Javier Martín era un verdadero lujo y se aprendía de él. Evidentemente no es el caso del colegiado de esta tarde, más bien todo lo contrario ya que te genera la duda precisamente por la categoría que ostenta.

 

 

 

 

 

JCM para Fútbol Balear.

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