Crónica 1ª RFEF: UD Ibiza 0-0 AD Mérida

El Mérida confirma su resurrección

Jornada 25, Domingo 25/02/2024 - 12:00 h
UD Ibiza
0 0
AD Mérida

Campo: Can Misses
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Alineaciones:

UD Ibiza: Sequeira; Unai Medina, Escassi, Pepe, Jiménez; Eugeni, Alex Gallar (Rubén Díez, 86′), Fausto (Olabe, 65′); Soko, Obolskii (Arroyo, 76′), Suleiman (Cedric, 76′).

AD Mérida: Juanpa; Beneit, Bourdal, Eliseo, Canedo; Busi, Juanjo (Ismael, 79′), Acosta, Martín (Álvaro Juan, 70′); Chuma (Elejalde, 57′), Mizzian (Prada, 79′).

Árbitro: Sergiu Claudiu Muresan Muresan asistido en bandas por Diego Fernández Correas y Víctor Moreno Escrivà. 4º árbitro Miquel Pujol Salar

Tarjetas: Amarilla al local Eugeni(37′) y al visitante Juanjo(41′).

Incidencias: Can Misses. Unos 3.000 espectadores.

Comentario:

El Mérida salió medio muerto de un enero «asequible» y va a entrar a marzo muy vivo tras un febrero «criminal». Sólo el fútbol es capaz de existir sin tener que explicar con coherencia y detalles transformaciones tan bruscas y prodigiosas. A este Mérida no le daba ante Alcoyano, Granada B, Linares y Atlético B y ha competido a las mil maravillas ante Antequera, Castilla, Castellón e Ibiza. No hace mucho, visitar campos como el de Can Misses era esperar a que llegase el primero y ahora, sin embargo, es confiar hasta en ganar en el tramo final del partido. O saber con certeza, cuando la bajó con el pecho Unai Medina en el interior del área y lanzó a la cruceta, que la Mártir no iba a permitir que el equipo cayese en la última jugada de un partido muy bien competido. Fútbol. Y punto.

Cierto es que el Ibiza rondó más el gol y en sus ataques se vislumbraba más colmillo, pero el Mérida hizo un partido muy meritorio, igualándolo en muchos tramos y teniendo algunas claras para que saltase la sorpresa. Serán los fichajes de invierno, será que hace varias jornadas se repite el ‘once’ inicial, será que el vestuario ha aumentado sus prestaciones, será lo que quieran… pero este Mérida compite ya muy bien y, así, tiene más opciones de mantenerse que de hundirse. Pero así.

Con el viento en contra en la primera parte, los de David Rocha alejaron todo lo posible al entonces colíder Ibiza hasta el tramo final, y por momentos se instaló en campo contrario e inquietó al meta Sequeira. Presionando alto y creyéndose esa presión. La primera clara del partido la disfrutó Mizzian, que remató de cabeza desde el corazón del área y obligó al cancerbero ibicenco a estirarse para evitar el 0-1 en el 14.

Ahí el Ibiza se dio cuenta de lo que tenía enfrente y se ató los cordones. Sobre todo Suleiman y Soko por bandas, que fueron un gran quebradero de cabeza que anestesiaron en la medida de lo posible Damián Canedo y Raúl Beneit. En el 17 Soko obligó a sacar a Palomares su primera mano tras una gran jugada individual por la izquierda y Suleiman comenzó a aparecer más de lo deseado por banda derecha. Pero hasta el último tiro antes del descanso, de Álex Gallar en el 44 desde el punto de penalti que se fue desviado de milagro, lo más peligroso del Ibiza fueron tres penaltis reclamados. Acertó el árbitro, porque ni Falcón, ni Juanjo ni Beneit tocaron rival, por mucho que los locales los protestaran.

Tras el descanso, con el viento a favor, los de Rocha dominaron más el cuero y se pasaron más minutos en campo contrario. Pero le faltó, por ejemplo, la mordiente que sí tuvo en la primera parte. De ahí que probaran menos a Sequeira. Tal vez pendientes de todo el espacio que dejaba a su espalda para que el Ibiza corriese. Porque con el paso de los minutos, dentro de la igualdad del choque, los celestes fueron desnivelando la balanza de las ocasiones a su favor.

Suleiman remató de cabeza en el 59 una falta teledirigida de Álex Gallar que no cogió puerta por poco; Olabe tiró sin oposición desde la frontal en el 71; y el tiro al palo en la última jugada de Unai Medina fueron las ocasiones más claras del Ibiza. Pero el Mérida, aunque sin finalizar, también inquietó la meta local en varias contras claras en las que falló el último pase o en una falta muy bien puesta por Raúl Prada en el 81 que se paseó en área pequeña ante tres rematadores emeritenses.

Tal vez por el rival de enfrente y sus obligaciones clasificatorias, los cambios (las entradas de Elejalde y Álvaro Juan) no viraron el partido hacia los intereses del Mérida. Pero es que el equipo romano estaba jugando el partido más complicado que le quedaba a domicilio en lo que resta de curso. Eso sí, en campo propio volvió a realizar un ejercicio de competitividad y sobriedad al que no estábamos acostumbrados hace apenas un mes. Quién te ha visto y quién te ve.

 

 

 

 

Redacción

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