Athletic y F.C.Barcelona aseguran el éxito de un duelo que ha provocado una expectación inusitada.

At. de Bilbao - FC Barcelona, final de la copa del Rey
At. de Bilbao - FC Barcelona, final de la copa del Rey

Los «leones» confían en su fuerza moral y en su comportamiento histórico; Guardiola respalda a Pinto y Bojan, y otros nueve.

Todo está preparado para la gran final de la Copa de Su Majestad el Rey. El Campeonato de España se resolverá mañana en Mestalla (22.00, TVE) con un duelo entre dos de los clásicos del fútbol español, récords ambos de torneos ganados en sus vitrinas; históricos por tradición y fútbol, y por lo que eso conlleva. Un broche impresionante, por tanto, que pondrá sobre el tapete al Athletic Club y al F.C.Barcelona, los dos mejores y laureados, sin duda, en la larga trayectoria del Torneo.

Una final entre el Athletic y el F.C.Barcelona es siempre una final grande. Lo fue las cinco veces que se han medido entre ambos (la última en 1984, con victoria de los «leones») y lo será la de mañana, que ha provocado una expectación sin precedentes, con la utilización de todos los medios al alcance posibles para desplazarse hasta Valencia, donde ya han empezado a sonar los primeros ecos de la finalísima y donde no es posible encontrar plaza hotelera.
Las previsiones hablan del desplazamiento de no menos de 25.000 seguidores del Athletic a la capital del Turia, lo que significa que unos cuantos miles de ellos lo harán sin entrada, a la caza de lo que puedan si es que alguien se siente capaz de renunciar al gran espectáculo de la final. La expectación entre los seguidores del Athletic no es la mayor que se conoce en mucho tiempo, si no la más apasionada y hay razones para ello. Veinticinco años sin levantar la corona sobre las cabezas de los «leones» es demasiado como para desaprovechar la oportunidad que se les presenta ahora y en ese sentido no hay ni que dudar que su motivación no será menor que la del «Barca», enfrascado aún en la búsqueda de tres títulos a los que todavía opta.

La situación de los finalistas es, pues, muy diferente y no perjudica al equipo que, en teoría, es menos favorito que el otro. El Athletic se volcará en el choque y no tiene más ansiedad que la que le brinda la final de Copa, mientras que el F.C.Barcelona debe atender a su compromiso liguero inmediato que podría llevarle a consagrarse campeón y en lontananza la final de la Champions, que no es asunto menor que éstos. ¿Significa eso que los catalanes van a embocar la recta que conduce al título copero con menos presión y todo lo que eso supone? Desde luego que no. Pero sí parece evidente que su tensión abarca a tres campos, algo que no sucede con los bilbaínos.

El Athletic, además, ha madrugado, escoltado ya en Valencia por los primeros de los suyos, que han empezado a caer por la ciudad con cuentagotas. Al «Barca» se le espera mañana, lejos del mundanal ruido y reponiendo fuerzas morales, tras no haber podido entonar el «alirón» liguero el pasado domingo. El «Barca» debe recomponer su sistema defensivo, afectado por la lesión de Márquez, a la que se ha sumado la ausencia obligada de Abidal. A ello hay que sumar la decisión del técnico Pep Guardiola de contar con algunos de los jugadores que más han participado en el Torneo, lo que supone no sólo un reconocimiento a su tarea, en especial la del guardameta Pinto y la del canterano Bojan, sino una decisión valiente pues deja en tierra a uno de los soportes indiscutibles del equipo en lo que va de temporada, el cancerbero Víctor Valdés.
Ése Pinto, Bojan y nueve más (quizás Alves, Puyol, Piqué, Silvinho, Touré, Keita, Xavi, Messi, Eto’o y Henry) no mete miedo alguno al Athletic, que con datos suficientes en la mano sabe que una final de Copa es un escenario en el que todo es posible y, desde luego, mucho menos previsible que un Campeonato de la larga intensidad de la Liga y del que el «Barca» ha sido dueño y señor. El Athletic ha conseguido un estadio de confianza que respalda la tradición del Torneo y que abandera el hecho de encontrarse ante una oportunidad única de volver a hacer historia, instalándose, de nuevo, entre los grandes. La confianza ciega que tiene en que puede volver a esos lugares será una de las grandes bazas que jugará mañana en el ya casi nostálgico estadio de Mestalla.

No hay entradas para la final de finales de este año y eso se sabe desde hace tiempo, y no podía ser de otra manera a la vista del tirón de los contendientes y de las pasiones que se conjugan en este encuentro en lo más alto alto. En Bilbao, por ejemplo, se instalarán 22 pantallas gigantes de televisión por toda la provincia y aunque llegan menos ecos en este sentido de Barcelona, quizás porque tienen a tiro tres títulos y eso marca, lo cierto es que no hay barcelonista dispuesto a renunciar a que el primero de ellos se logre mañana a costa de los bilbaínos.

Hace tiempo que no se vivía una final de estas características para grandeza del Campeonato de España, paradigma, desde sus más variadas vertientes, de las emociones y Torneo de igualdades donde los haya. La final va a reforzar, pues, el crédito del Torneo, que mañana en Valencia pisará cotas no por conocidas menos espectaculares. La vigencia de la Copa está, por tanto asegurada, y aunque habría sido lo mismo con otros contendientes, habremos de convenir que el hecho de que sean el Athletic Club y el «Barca» los que la diriman añade un plus que, a este nivel, no se conocía desde hace 25 años. Demasiado tiempo, sin duda, como para que no estemos a un paso de empezar a disfrutar del mayor espectáculo que puede darse.

Aprovechémoslo.

Campo.- Estadio de Mestalla.

Hora.- 22.00 (TVE).

Alineaciones (probables).

Athletic Club: Iraizoz; Iraola, Ocio, Amorebieta, Koikili; Yeste, Javi Martínez, Orbaiz, Susaeta; Toquero y Llorente.

F.C.Barcelona: Pinto; Alves, Puyol, Piqué, Silvinho; Xavi, Touré, Keita; Messi, Eto’o y Bojan.
Árbitro- Luis Medina Cantalejo.

RFEF

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