Igualdad con el balón

Nuestro fútbol se muere

.

Siempre han existido las categorías y clases. Personas que miran por encima del hombro a otras. También existen los individuos con mucho talento que anhelan la aparición en sus vidas de personas mediocres o menos capacitadas que ellos porque se sienten de menor valor que los demás. Al primer caso, Alfred Adler decidió denominarlo complejo de superioridad mientras que al segundo, complejo de inferioridad. El psicólogo austríaco también dijo en su época que a menudo son presentados ambos por la misma persona pero que se pueden manifestar de maneras diferentes. Estos complejos los padece algo que está muy presente en nuestras vidas: el fútbol.

Hace ya mucho que este deporte vive dividido entre los que miran por encima del hombro y los que piensan que no valen nada. Tan extendido y propagado está esto que ya se podría decir que el fútbol vive una situación neurótica propia de un desequilibrado. Realmente no culpo al fútbol de lo que está viviendo, sino a todo el entramado político y económico que se ha creado alrededor. Esto, junto a los medios de comunicación, se ha convertido en los causantes de que el fútbol esté así. Han sido ellos mismos los encargados de hacer que esté deporte vaya enfermando poco a poco.

Claro ejemplo de ello ha sido el Recreativo de Huelva. Todos sabemos la delicada situación del club (impago a jugadores y empleados, así como una importante deuda con las administraciones públicas), pues muchos se han aprovechado de ello para hacernos creer que este equipo de segunda división B es el único conjunto que sufre económicamente en España, creándole así un complejo de superioridad. Lo mismo hicieron en su momento con el Real Oviedo. Lo peor  de ello es que le hacen creer a los clubes masculinos que pueden vivir al margen de la ley, que con un llamamiento masivo a los hinchas todo se arregla pero lo cierto es que no, porque tarde o temprano cuando las medios de comunicación se olviden de ellos caerán como plumas.

Por otra parte, se podría decir que también son los causantes del complejo de inferioridad de muchos equipos, véase el caso del Collerense (equipo de primera división femenina). A diferencia del Recreativo el club de Palma de Mallorca no tiene dinero suficiente para pagar los viajes del equipo, ya no estamos hablando de capital para pagarles a las jugadoras sino de recursos para poder ir a jugar. La no difusión de su caso en los medios de comunicación puede llegar (si no lo ha hecho ya) a hacerle creer al Collerense que está menos capacitado para este deporte que el conjunto onubense, provocándole de este modo un complejo de inferioridad.

Todo esto ha llevado a que este deporte esté realmente enfermo. Se piensan que los millones son la cura para el fútbol pero la verdadera medicina para este deporte es el esfuerzo y sacrificio diario por sacarlo adelante, por intentar que no desaparezcan clubs y lo que es más importante no anteponer unos a otros. Qué más da que se llame Recreativo o Collerense, que sea segunda división b masculina que primera femenina… Lo único importante es que es fútbol y se nos está muriendo.

 

 

Fotos de FutbolBalear.es | huelvaya.es.
igualdadconelbalon.wordpress.com).

Más noticias que te pueden interesar

Comenta esta noticia

Los comentarios están desactivados temporalmente. En breve estarán disponibles de nuevo.