El Eivissa convocará una asamblea para analizar el presente y el futuro del club

Imagen de archivo de la asamblea del Eivissa celebrada el pasado día 23 de junio.  VICENT MARÍ
Imagen de archivo de la asamblea del Eivissa celebrada el pasado día 23 de junio. VICENT MARÍ

SEBASTIÁN CANDELA La junta directiva del Eivissa convocará una asamblea extraordinaria a final de este mes o a principio de septiembre donde expondrá a los socios la situación deportiva, económica y social del club y para explicarles también todo lo que ha ocurrido con el grupo inversor italiano, que ha incumplido lo que pactó con la directiva y que fue refrendado por la asamblea de sa Deportiva del pasado 23 de junio.

El presidente del conjunto ibicenco, Pedro Ortega, confirmó ayer a este rotativo que la asamblea extraordinaria se convocará «lo antes posible» y que mañana hablará en Ibiza con los integrantes de su junta para estudiar las fechas posibles de una convocatoria que, en su opinión, tiene que hacerse cuanto antes «para comunicarle a los socios la situación en la que se encuentra actualmente el club».

En el Eivissa hay optimismo sobre las negociaciones que el presidente de la Federación Balear, Miquel Bestard, llevará a cabo con el presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, para que le permita al conjunto ibicenco pagar su deuda en varios plazos.

Si todo se soluciona como está previsto, el Eivissa podrá inscribir a su equipo en categoría Regional y el club seguirá funcionando con todas sus secciones, pero el primer equipo no podrá ascender a categoría nacional hasta que no pague la deuda que tiene con los jugadores, que asciende a unos 368.000 euros.

La caótica situación deportiva y económica del club –con un déficit de un millón de euros reconocido en la última asamblea– es la que deberá justificar la directiva ante sus socios y abonados en una asamblea de vital importancia para el Eivissa, pues en la misma se debatirá y analizará el presente y el futuro de un equipo que pasa por los peores momentos de su historia.

Asimismo, en la reunión deberán presentarse las cuentas del ejercicio pasado y sus proyectos de futuro, siempre y cuando los socios acepten la continuidad de esta directiva, algo que no parece seguro si se tiene en cuenta el monumental enfado que tienen los abonados con una directiva que, en opinión de muchos de ellos, «no ha hecho bien su trabajo y debería marcharse». Otros, muy pocos la verdad, están satisfechos con su labor. Unos y otros tendrán ahora la oportunidad de intervenir. El futuro del club está en sus manos y en sus votaciones.

DIARIO DE IBIZA

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