Sansó se harta de insultos

El entrenador del Atlético Baleares presenta su dimisión irrevocable y la directiva del club se la acepta / «Por coherencia conmigo mismo creo que tengo que dejar el cargo inmediatamente»

Pep Sansó

Lo que se veía venir desde el pasado domingo se hizo ayer realidad. Pep Sansó presentó de manera irrevocable su dimisión como entrenador del Atlético Baleares y la directiva se la aceptó a pesar de que el técnico se había comprometido a aguantar hasta el final de la temporada. Sin embargo la gota que colmó el vaso fueron los insultos que recibió en el último partido en casa ante el Mestalla, insultos que en su mayoría le ofendían personalmente, y que se han venido reproduciendo desde la primera jornada de Liga.

Sansó deja el Atlético Baleares con el equipo a 13 puntos del playoff de ascenso a Segunda División A, muy lejos de su objetivo, pero contando con el apoyo tanto de la directiva como del máximo accionista Bartolomé Cursach, que le hubiera mantenido en el cargo hasta el último partido de Liga fueran cuales fueran los resultados.

«Acabo de dimitir de manera irrevocable. Tengo que agradecer a Fernando Crespí y Bartolomé Cursach que me la hayan aceptado a pesar del compromiso que tenía con ellos de acabar el proyecto los tres juntos. Quería agradecer toda la predisposición y ayuda que he recibido durante mi etapa como entrenador del Atlético Baleares. Por coherencia conmigo mismo creo que debo dejar el cargo», dijo ayer Sansó a través de un SMS_que difundió a los medios de comunicación cerca de mediodía, después de finalizar una reunión con los dos principales responsables del club, a los que comunicó su decisión.

Su pasado mallorquinista le ha pasado factura a Sansó, que nunca consiguió conectar con la afición blanquiazul, lo que se tradujo en contínuas protestas hacia su gestión deportiva. El entrenador no ha querido tocar este tema en su despedida, aunque hoy ha convocado una conferencia de prensa a las 10.30 en el Estadio Balear.

Sansó se va como vino, sin hacer ruido, aunque personalmente se encuentra muy afectado porque había depositado muchas esperanzas en este proyecto, para el que contó con el máximo respaldo tanto de la directiva como de la propiedad, aunque no con el del vestuario, que sí está con él en su mayoría, pero con el que ha mantenido algunos enfrentamientos puntuales, como el caso de Jesús Perera, que abandonó el club en el mercado de invierno para irse al Nàstic de Tarragona.

De esta manera Pep Sansó pone punto final a una etapa en la que ha habido muchos obstáculos en el camino, y en la que ha habido muchas idas y venidas de jugadores. El técnico tuvo mala suerte con las lesiones de algunos jugadores claves, como Tiago o el central Picón, con los que prácticamente no ha podido contar. El club le trajo varios refuerzos en el mercado de invierno, el más llamativo de ellos el uruguayo Pandini, pero no han dado el resultado esperado hasta la fecha.

Quedan 14 partidos todavía para que acabe la temporada y en el club ya han arrojado la toalla porque la diferencia es de 13 puntos con respecto al cuarto clasificado. Ahora el objetivo es terminar el curso de la forma más digna posible.

 Pedro Bonet para Fútbol Balear

 

 

 

 

 

 

 

 

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