At. Baleares 2–1 Alcoyano, Desde Otro Ángulo.

At Baleares – Alcoyano

En un domingo de Ramos en que el marido de Pilar Rubio ha manifestado: “no era para tanto, bastaba un laborable”, y Gianluca Zambrotta sigue recuperando sus manos en el Vall d’Hebron tras el sorteo de Champions, el Atlético Baleares ha sumado algo más que tres puntos frente a un rival directo en la todavía factible lucha por alcanzar los play-off de ascenso.

Partido muy serio de los de Ziege, con remontada incluida, que induce a preguntarse el porqué de tanto siesteo a lo largo del campeonato. Sin Xisco Hernández, ni Fullana, ni Guasp, ni Bruno, con Casares en el descuento y con el debut de Pep Canals del juvenil B –bravo por el chaval y por la valentía del míster-, el conjunto blanquiazul tiró de esfuerzo colectivo para llevarse el envite.

Tras un buen inicio local sin materializar las ocasiones y encajar el 0-1 de manera injusta, un jugadón de Jurado (¡¡¿dónde estuviste todo este tiempo?!!) puso el empate y al equipo en la lucha.

Se reivindicó Joan Vich en un día de ajuste de cuentas, y contagió entusiasmo a todos. No tuvo tanto recorrido Esteban en la otra banda, con un Alfaro contundente que sirvió el gol visitante y propició demasiados quebraderos de cabeza por la distancia en la marca.

Bien el centro de la zaga, sin excesivos problemas en el achique, al igual que Riad, Thilo y Malik, todos ellos entonados, junto a un Kike siempre batallador, que derrochó esfuerzo y kilómetros.

No desequilibraban, sin embargo, los locales por los flancos. El buen posicionamiento de la defensa visitante y la ausencia de extremos en el conjunto local propició llevarse el envite a la zona interior. Ahí cambió el encuentro. Tanto en la divisioria como en la punta, desequilibraron los de Ziege, superiores por el trabajo colectivo y el derroche de Chando. En una de esas batallas, Malik desequilibró el marcador tras un tiro doble, y el ATB administró su ventaja hasta el final de forma sobria.

Con esta victoria, y deseando la recuperación de efectivos a lo largo de la semana, el partido frente al filial del Villarreal se presenta como una oportunidad –complicada pero posible- de subirse al tren donde viajan los equipos importantes; los que se juegan algo –para bien- en los últimos encuentros de la temporada.

En un grupo tan complicado e igualado, no es descabellado pensar que la distancia hasta el play off es absorbible. Todo dependerá de los resultados del equipo y, por ende, de la actitud sobre el verde, más que de los resultados ajenos.

Ya lo dijo Ignacio Martín Esperanza, otrora entrenador blanquiazul, tras una victoria del entonces colista ATB en el Rico Pérez: “No está muerto quien lucha”.

 

Daniel Riera para Fútbol Balear.

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