Crónica 2ª División B: At. Baleares 1-0 Lleida

El trio arbitral con los capitanes del partido

Alineaciones:

At. Baleares: Víctor Pérez, Álavaro, Bernat Alomar, Mairata, Biel, Esteban, Miguel(Vincken min. 69), Thilo(Alfonso min. 78), Alejandro, Fullana, Carlos(Fathi min. 89).

Lleida: Torres, Barreda, Fuster(Osado min. 81), Casas, Ekhi, Bosch, Nieto(David min. 69), Revilla, Salva, Miramón, Rami(Sánchez min. 55).

Gol: 1-0 Bernat Alomar min. 42

Árbitro: Fernando Navarro Collados, asistido en bandas por Guillermo Ballester Villar y Yeray Fermosell Pérez.

Tarjetas: amarillas para los jugadores locales Vincken min. 86 y Alfonso miun. 87 y para los visitantes Casas min. 22 y Ekhi min. 58.

Comentario:

Decir que el Lleida es mejor que el Atlético Baleares no parece aventurado, a la vista de la clasificación. Pero en Segunda B los encuentros se decantan por detalles. De hecho, el máximo goleador del grupo III de esta división de bronce -Salva Chamorro- no ha conseguido perforar la meta blanquiazul en ninguno de los encuentros disputados entre ambos conjuntos, …ni ninguno de sus compañeros. Es más, el Atlético Baleares ha conseguido los seis puntos en juego de la actual temporada contra su rival de hoy.

Parece que el secreto de tal logro radica en la actitud, y algo de fortuna.

Salió a darlo todo el conjunto local, desde el inicio, y la intensidad igualó calidades. Los zagueros blanquiazules rozaron la perfección: Mairata superó con creces a Chamorro en uno de los duelos más calientes del encuentro. Esteban tuvo una actuación también magistral, y las bandas lo dieron todo: Biel Guasp puso el alma en cada cuero y se incorporó con fluidez al ataque. Y la gran sorpresa, Álvaro, estuvo inconmensurable en el lateral derecho. Por delante Fullana hizo un encuentro soberbio, y repartió juego ante el acoso insistente de los adversarios en la presión en media cancha. Bernat Alomar causó sensaciones positivas y cuajó una gran actuación, recordando su brillante temporada anterior. Carlos Rodríguez y Thilo quemaron mucha energía intentando zafarse de sus pares y un “chaval” llamado Chando dio una lección de pundonor e inteligencia. A su lado Ripoll se encargó de enloquecer a la zaga rival, provocando faltas y obligando al colegiado a mostrar tarjetas a los rivales. Por detrás, con una sobria perspectiva, Víctor Ross atajó cuanto cuero llegó a su meta.

No renunció el Lleida al ataque, y tuvo sus ocasiones -eso sí, escasas-. Pero la diferencia se dibujó en el minuto 42. Una incorporación con bravura de Guasp por banda izquierda finalizó en saque de esquina favorable a los de Siviero. Thilo, que había permutado su posición para acomodarse a la izquierda escasos minutos antes lanzó con temple y muy cerrado. Cuando el cuero meritaba para gol olímpico apareció la cabeza de Chamorro, que entorpeció la actuación de su guardameta y desvió a los pies de Esteban, en el segundo palo, que golpeó de primera para que Bernat Alomar fusilase. Era el premio a un gran primer tiempo.

El paso por vestuarios reforzó la idea de ambos conjuntos de que los puntos caerían por bravura y no por calidad. La temperatura alta y el desgaste no ocasionaron jirones en la malla defensiva local. Dominó el conjunto visitante, exigido por el resultado, pero el buen posicionamiento local evitó alarmismos. Una contra bien trazada en el 72 finalizó con posible penalty sobre Chando. Nada quiso ver el colegiado.

Los cambios en el segundo tiempo balancearon poco el tapete. Reforzó Siviero la medular con Tim por un Ripoll exhausto, y Artabe relevó a Thilo. Buena actuación de ambos, que ayudaron a aguantar el desafío. Chamorro no podía recibir en profundidad, y debía bajar hasta la divisoria para entrar en juego. Sus compañeros de ataque siguieron empujando, y una serie de faltas y saques de esquina en las postrimerías del encuentro aceleró las pulsaciones del público y jugadores locales. Lo enfrió Siviero con el tercer cambio, dando entrada a Malik -cuya presencia fue testimonial- por Carlos Rodriguez. Tras cuatro minutos de descuento finalizó el encuentro, con la importante victoria local, que no sirve para alejarse definitivamente de la zona de peligro, pero que deja en siete los puntos previsiblemente necesarios para lograr la salvación. Luchando así, las posibilidades de permanecer en la categoría aumentan de modo vertiginoso.

Daniel Riera para Fútbol Balear.
Fotos de Jorge Bailen para Fútbol Baleary Giem Sanchez .

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