´No discutan, que quiero jugar´

Un niño de 5 años se interpone entre un entrenador y un árbitro para detener una discusión durante un partido

El momento en el que Alejandro separó al entrenador del equipo contrario y al árbitro.

La historia de Alejandro Rodríguez Macías, un niño de cinco años, es conmovedora. Ni se lo pensó cuando decidió separar a un entrenador del equipo contrario y al árbitro que discutían en medio del partido que Unión Viera B y Barrio Atlántico jugaban en el López Socas de la categoría mini prebenjamín en la Liga de Escuelas del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

El gesto protagonizado por este niño ha sido de lo más emocionante que se ha podido ver en un terreno de juego. Y así lo reconocieron quienes estaban presenciando ese partido y el contiguo en la otra mitad del López Socas. Bravos y vivas se entremezclaron entre los aplausos ante el inaudito ejemplo de deportividad que presenciaban. A más de uno se puso la piel de gallina y el padre de Alejandro se quedó «añurgado» después de ver entrar a su hijo por detrás de las dos personas mayores y estirando los brazos les pidió que parasen.

El partido, que se jugaba a media mañana, enfrentaba a dos equipos invictos, Unión Viera B y Barrio Atlántico, en una Liga de Escuela en la que no se miran los marcadores, aunque ganar es lo más importante para algunos.

Según relata el padre de Alejandro la afición del Barrio increpó en varias ocasiones al árbitro en el transcurso del partido, y también su entrenador, que en el descanso siguió hablando con él y gesticulando, algo que no pareció bien a la entrenadora del Viera, Ana Afonso, que también participó en esa charla. Hacía mucho calor, pero algunos educadores caldearon más un partido que tras la primera mitad de 20 minutos iba 1-1.

El principal incidente se produjo tras el choque fortuito de un jugador por equipo en la segunda parte, momento en el que un monitor del Barrio decidió entrar al terreno de juego para recriminar al árbitro, instante de tensión en el que intervino Alejandro, que juega de delantero centro y que antes había marcado el gol que daba ventaja al Viera. La entrenadora también entró para preguntarle a su jugador qué hacía: «Oh, para que no se peleen», recuerda Ana Afonso que le contestó su jugador.

«Si algún monitor insultó al árbitro no lo escuché», cuenta Javier, que en esos instantes no sabía que su hijo era quien cortaba la lamentable imagen que se estaba presenciando en el López Socas. «Alejandro no quería que siguieran gritándose, sólo quería jugar», comenta un sorprendido padre que nunca se esperó la reacción de su pequeño. «Sólo le dije que hizo bien», explica un padre orgulloso por ese gesto de deportividad y civismo.

Las imágenes fueron tomadas por otro padre, Rubén López Estupiñán y, tras divulgarse, Alejandro Rodríguez Macías ha sido protagonista en diversos medios por un hecho extraordinario en el mundo del fútbol base, rodeado a veces de excesiva tensión y en el que se pierden los papeles con facilidad.

Gonzalo Moreno, presidente del Barrio Atlántico, estaba afectado y triste por lo ocurrido. «Felicito lo que hizo este niño, que es todo un ejemplo, y pido disculpas por lo que ha sucedido. Da vergüenza que pasen estas cosas cuando siempre digo que el objetivo de estos equipos es divertirse, y enseñar y formar a los jugadores para que puedan dar el salto al fútbol federado. Espero que esto no se repita, pero todos tendrán que poner de su parte», apunta Gonzalo.

También estaba orgulloso Francisco Ramos, presidente del Unión Viera, que tiene especial ilusión por los más pequeños del club. De hecho, ya ha decidido que Alejandro haga el saque de honor el domingo en el partido Viera de Tercera. Y todo porque un niño tuvo la cabeza de un adulto para cortar lo que nunca debió suceder.

Alejandro Rodríguez Macías

laprovincia.es

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