Dos escudos para la misma cara

Los gemelos Xisco y Miquel Ramos están viviendo el primer año sin compartir el vestuario y el sábado juegan uno contra el otro en las filas del Sant Lluís y del Norteño, respectivamente

Norteño y Sant Lluís. Miquel y Xisco se encontrarán en el campo como rivales por tercera vez en su vida – Gemma Andreu

A primera vista, las diferencias físicas entre Xisco y Miquel son mínimas. Quizás, la voz del segundo suena un pelín más grave que la de su hermano. Por lo demás, a día de hoy, a estos gemelos les separa el escudo que defienden. Xisco, el mayor de la familia Ramos Suárez, juega en el Sant Lluís regional mientras que su hermano lo hace en el Norteño. Este es el primer año que no comparten vestuario, después de hacerlo en la UD Mahón y en el CD Menorca, y la cita del sábado a las 16.30 horas en Fornells será la tercera ocasión en lo que va de temporada que se vean como rivales en el terreno de juego. “En casa nos picamos”, bromea Miquel, y Xiscu añade “aunque seamos rivales, siempre le defenderé en el campo porque antes que nada es mi hermano”.

La vida en casa de los Ramos Suárez cambió el 5 de febrero de 1992. Xisco fue el primero en nacer y pasado el cuarto de hora llegó Miquel. Pronto se decantaron por el fútbol en las filas del UD Mahón, donde coincidieron con otra pareja de gemelos, Nito y Nacho Enseñat Guerra. A pesar de que este año no están en el mismo equipo impera por encima el amor y el respeto de hermano. “Es el mejor compañero con el que he jugado, con el que es más fácil compenetrarse porque llevamos tantos años juntos jugando de central que yo sé lo que va a hacer y él sabe lo que yo haré”, explica Xisco. Miquel añade que “no hace falta ni que hablemos, nos conocemos a la perfección”.

Los dos no escatiman en halagos hacia el otro. “Xisco se parece mucho a mí, los dos somos competidores, no nos gusta perder y procuramos darlo todo en el campo”, analiza el menor, y el mayor completa que “es más agresivo que yo, le pega mucho mejor con la zurda y creo que es mejor jugador”.

Hasta el momento, Sant Lluís y Norteño se han medido dos veces en la Copa. En la primera ocasión, en Ses Canaletes, el partido acabó 0-0, mientras que el segundo concluyó con empate a 1 en Fornells. Precisamente Miquel anotó el tanto norteño y Xisco bromea recordando que “me enfadé con mis padres porque celebraron por todo lo alto el gol de Miquel que significó el empate”.

Mamá quiere un empate

¿En casa con quien van el sábado? “Mi madre dice que no quiere que ninguno de los dos pierda el sábado por lo que espera que se mantenga la racha de empates”, explica el jugador del Norteño.

El Sant Lluís llega mejor a la cita del sábado. Los jugadores de José Ángel Moyano son cuartos con siete puntos después de ganar dos partidos y empatar uno, mientras que los pupilos de Víctor Pérez ocupan el farolillo rojo con dos empates y otros tantos puntos. “Hay una rivalidad sana, como todavía no han ganado me meto un poco con él”, desvela Xisco aunque Miquel no se queda corto: “Por ejemplo el otro día le metí caña porque nosotros contra la Unión empatamos y ellos perdieron 1-2”. Entre risas, Xisco añade “dice que el sábado van a lograr la primera victoria a nuestra costa. Tiene mucha fe, aunque le deseo suerte”.

Más noticias que te pueden interesar

Comenta esta noticia

Los comentarios están desactivados temporalmente. En breve estarán disponibles de nuevo.