Ramos: «Me han colgado la etiqueta de jugador expulsable»

Ormaechea habla con el jugador después de ser expulsado por el árbitro

«Parece que este chico no aprende», proclamaba el domingo un aficionado en la grada del municipal de Sant Rafel después de que el árbitro José Antonio Peña expulsara al jugador local Adrián Ramos por roja directa, cuando solo se llevaban disputados 20 minutos del partido que los rafelers jugaban frente al Alaior menorquín. El atacante del equipo pitiuso se defendió ayer de los comentarios alegando que le «han colgado la etiqueta de jugador expulsable».

Sin embargo, una vez más, el ímpetu le jugó el domingo una mala pasada a Ramos. La historia se repite, porque hace poco más de un año, el 13 de septiembre de 2009, el ibicenco era expulsado con roja directa en el encuentro que su equipo jugaba frente al Arenal. Fue por una entrada al local Peke, que el colegiado Pedro Bermúdez reflejó en el acta «por producirse de manera violenta hacia un contrario».

En sus últimas dos temporadas (con la Peña Deportiva en Segunda B en la 2008-09 y con el Sant Rafel en Tercera en la 2009-10) más lo que llevamos de ésta, Ramos ha sido expulsado tres veces y ha visto doce tarjetas amarillas. Eso en los 44 partidos que ha disputado, de los que en 23 salió de titular. Además, hay que tener en cuenta que el pasado 18 de diciembre el futbolista se lesionó gravemente la rodilla, por lo que se perdió gran parte de la campaña, y no ha reaparecido hasta este curso.

El futbolista ibicenco no está de acuerdo con la última roja que ha visto y la considera «injusta», incluso a pesar de que su propio entrenador, Mario Ormaechea, dijo que fue merecida. «Me gustaría ver algunas imágenes para saber lo que realmente pasó. Si mal no recuerdo, fue una jugada en la que tenía el balón, no sé si él me hizo falta a mí o al revés. Tengo claro que el chico estaba en el suelo, yo me estaba cayendo, apoyé un pie y le pisé sin querer, pero sin ninguna maldad», declaró.

Reconoció que mucha gente le ha dicho que la roja que vio fue merecida y si se equivocó aceptará «la sanción que toque». Sin embargo, si tras ver el vídeo observa que su expulsión no fue merecida, aseguró que no se quedará callado. «Llevaba toda la semana entrenando para jugar noventa minutos y no me parece justo», apuntó.

Lo que más le molesta es haber dejado a su equipo con un hombre menos y que también lo perderán para el próximo duelo con el Norteño.

diarioibiza

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