El Norteño se juega el sábado el ascenso en el campo del Soledad; empresarios locales y aficionados muestran ilusión y, al mismo tiempo, cautela ante la opción de subir de categoría.

“Hay trenes que pasan una sola vez en la vida y si no los coges, quizás no vuelven a pasar”. Fornells, estos días, está en fase de triplicar el número de habitantes habituales, 400, e inmerso en un debate deportivo inimaginable, unos años atrás. Tercera sí. Tercera no. El Norteño tiene todo a su favor para certificar el sábado en Son Malferit, ante el Soledad, su primer e histórico ascenso a Tercera División. ¿Todo? El desembolso económico que precisa un proyecto utópico no hace tanto tiene en jaque a restauradores, principales actores económicos de la localidad, así como fontaneros, albañiles y demás vecinos. La Tercera División es un dulce que apetece pero que, como la mayoría de postres, tomado en exceso puede perjudicar.

“Subir a Tercera ilusiona, pero tenemos que tener los pies en el suelo, no se tiene que hipotecar el club; lo mejor es que condicionen el ascenso a la ayuda que puedan encontrar”, opina Josep Pons, Serín, propietario del restaurante Ca’n Miquel, y ex jugador, durante 12 temporadas, del Norteño. Miquel Barber, copropietario del Hostal La Palma cree que “la Directiva sabe qué beneficios y qué gastos se generarán con este proyecto, por lo que tienen que valorar muy bien si se hace o no”. Entre tanto realismo, el optimismo nace entre las palabras de Esperança Triay, autora de la frase con la que arranca el artículo y propietaria de Sa Nança, cree que “es una oportunidad que no se debe dejar escapar, porque la temporada ha sido histórica, han ganado Copa, Liga y la posibilidad del ascenso”.

El discurso de los vecinos no dista mucho del de la empresa privada. “Fornells es un pueblo muy distinto de invierno a verano, pero lo que ha logrado el equipo es muy bueno y creo que ahora debe encontrar el apoyo necesario, tanto público como privado, para poder afrontar este nuevo reto”, opina un vecino que prefiere no revelar su identidad. En el apartado privado, los empresarios se muestran cautos. “No es el mejor momento para pedir ayuda a las empresas”, advierte Barber, “quizás algunas empresas deberíamos ayudar de otra forma que no sea directamente con dinero, podría ser otra solución”, explica Serín.

Otro vecino, reacio a contestar sin ampararse en el anonimato protesta que “el Norteño ahora mismo es una moda pasajera, no creo que el público de estos dos últimos partidos se mantenga la temporada que viene si el equipo juega en Tercera y sin masa social ni aficionados no creo que se pueda mantener”. En este sentido, desde Ca’n Miquel explican que “hay muchos socios que no son de aquí, son amigos de gente del club y pagan la cuota por compromiso, no creo que acepten una subida del precio; en mi opinión se tiene que cuidar a los socios con los que ya cuentan”.

Esperança Triay cree que “los directivos tienen que moverse, llamar a todas las puertas en las que puedan ayudar, Consell, Ayuntamiento, empresas… Si no se mueven está claro que no conseguirán la ayuda que necesitan y luego hay que conseguir que la gente de Fornells se implique, que vaya al campo y que colabore con el club”.

“Sería un fastidio enorme para los jugadores, si logran ascender de categoría y el club no puede disputarla por falta de presupuesto”, admite Theo Smith, jugador amateur del fútbol inglés que hoy termina sus vacaciones en la Isla, y que, pese a no conocer nada del Norteño, animó a sus jugadores a dar el paso definitivo el sábado. “Lo importante es que ganen la eliminatoria para sentirse realmente jugadores de Tercera; luego lo que pase, pero lo importante es ganar”, apunta, el lateral inglés.

100.000 euros para competir

La Directiva estima que para poder afrontar la temporada en Tercera División el club debería contar con un presupuesto de entre 100.000 y 150.000 euros, cuando esta temporada han contado con unos 60.000 euros. De este gran montante, el club espera que entre ayudas de empresas, simpatizantes y cuotas de socios se lleguen a los 25.000 euros.

A partir de aquí se deberían buscar ayudas públicas, las que destina IB3 por el reparto de retransmisiones, Consell Insular y Ayuntamiento de Mercadal. Además, el cambio de categoría implicaría una subida en las cuotas anuales de socios, aunque aún no está nada decidido.

Primera toma de contacto

La junta Directiva del Norteño convocó ayer una reunión para socios y empresarios de Fornells en la que pretendían abordar algunos temas como las posibles ayudas que puedan dar al club, en caso de que se cumpla finalmente el ascenso a Tercera División. El evento congregó a unas 30 personas en el local social de Fornells, en una reunión presidida por Miquel Garriga, presidente del club, y los directivos Alejo Fuxà, José Cardona y Óscar Sans.

En la reunión, además de la posibilidad de pedir ayuda económica para encarar la próxima temporada, también se pidió ayuda física para poder incrementar la Directiva, que actualmente cuenta con cuatro miembros.

La reunión sirvió de primera toma de contacto entre club, socios y empresas, que se volvieron a citar para el viernes por la noche para dar un paso más en la misión de que, en caso de que se dé el ascenso, el Norteño dé la talla como equipo de Tercera División.

Uno de los aspectos que se deben cumplir es buscar un espónsor. Esta temporada ha sido Melchor Mascaró, una empresa de fuera de la Isla.

Diario de Menorca