Alineaciones:

RCD Mallorca: Rajkovic; Gio González (Maffeo, 76′), Valjent, Raíllo, Jaume Costa (Toni Lato, 67′); Mascarell, Samu Costa (Morlanes, 67′), Antonio Sánchez (Cyle Larin, 46′), Darder; Amath (Javi Llabrés, 86′) y Abdón Prats.

Deportivo Alavés: Sivera; Gorosabel, Abqar, Rafa Marín, Javi López; Guevara (Benavides, 81′), Antonio Blanco, Guridi (Hagi, 74′), Rebbach (Sola, 67′), Luis Rioja (Duarte, 74′); Samu (Kike, 83′).

Árbitro: Jorge Figueroa Vázquez asistido en bandas por Álvaro Granel Peiró y José Francisco García Lozano. 4º árbitro Manuel Camacho Garrote. VAR Carlos Del Cerro Grande. AVAR Antonio Ramón Martínez Moreno.

Tarjetas: amarilla a Antonio Sánchez (min. 24), Ander Guevara (min. 27), Amath (min. 35); Samu Costa (min. 48); Gorosabel (min. 72); Morlanes (min. 97).

Incidencias: Partido correspondiente a la décimo quinta jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Son Moix ante 15.090 espectadores.

 

Comentario:

El Mallorca y Deportivo Alavés empatan a cero goles en Son Moix en un partido muy flojo, con una parte para cada equipo. La primera fue claramente del equipo de Luís García, muy bien colocado sobre el césped para controlar las embestidas del Mallorca que nunca llegaron, por lo que aprovecharon la ocasión brindada por la inacción local para mover el balón con criterio, con posesiones fáciles al no recibir presión alguna, fruto de ello llegaron dos ocasiones en las que pudo adelantarse en el marcador. Primero fue Gorosabel con un centro envenenado que acaba en el larguero de la portería mallorquinista y, acto seguido, Rajkovic tuvo que detener un buen disparo de Luis Rioja. Javier Aguirre tuvo que escuchar ciertos silbidos desde la grada durante esta primera parte, que fueron en aumento hasta el abucheo a la llegada del descanso, paradójicamente justo el día que el entrenador, hoy visitante, fue recibido con aplausos como muestra del cariño que le profesa la afición bermellona por su pasado mallorquinista.

Javier Aguirre fue preguntado, en rueda de prensa, sobre el tema de las muestras de desagrado de la grada y, como no puede ser de otra manera, las aceptó respetando la soberanía del público. Aunque le quitó importancia al comentar que se trata de la primera vez en el tiempo lleva en Mallorca, es curioso la interpretación de las estadísticas, un solo partido ganado de 15 jugados puede no tener mucha importancia si se levanta el vuelo a tiempo, pero una sola muerte siempre es definitiva, y un primer abucheo nunca es espontáneo, ni gratuito, suele ser fruto de mucho tiempo de decepción y hartazgo.

La gran suerte de este Mallorca con números de descenso claro, es que nos encontramos en una temporada en la que la salvación parece que se presenta barata, en los últimos 5 partidos, hasta la jornada de hoy, ninguno de los 6 últimos clasificados ha ganado un solo partido.

La segunda parte nada tuvo que ver con la primera, entre el paso atrás que dio el Deportivo Alavés buscando amarrar un nuevo punto en desplazamiento, y el corazón y lucha que impusieron los jugadores locales, ante la falta de imaginación que llega desde el banquillo con los cambios de siempre, inclinaron el campo de forma considerable con un dominio tan claro y luchado como desordenado; mereciendo el gol tanto como los visitantes en la primera parte. Especialmente en dos claras ocasiones de Larin que parece continuar negado ante el gol, aunque trabajó duro y fue una pesadilla para la defensa visitante.

Fin de la contienda con cierto conformismo de unos por la ¨mejoría¨ de la segunda parte y pruebas de desencanto por los que no la comparten. Lo único unánime fue la despedida de Luía García con gran ovación, un Luís García visiblemente emocionado.

Toni Ferrer para Fútbol Balear.