El Isleño deja de entrenar hasta que cobre el sueldo de diciembre

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Javi Escandell explica a sus compañeros el contenido de la negociación con la directiva.

La plantilla del Atlético Isleño no ha dado un paso atrás en sus reivindicaciones, adelantadas por Diario de Ibiza en su edición de ayer. Los jugadores del primer equipo decidieron dejar de entrenar hasta que ellos y el cuerpo técnico reciban en su totalidad la nómina de diciembre, uno de los dos sueldos que les adeuda el club.

Los futbolistas de la formación de Vila valoraron la oferta que les planteó la directiva: cobrar el 70% de la mensualidad, que habían reunido en efectivo, y esperar hasta la próxima semana para percibir la parte restante. Sin embargo, el plantel optó por rechazar el ofrecimiento que les hizo llegar a los capitanes David Prats y Javi Escandell el presidente Vicente Torres, Murtera.

El encuentro entre Prats, Escandell y Murtera finalizó a las 19.30 horas. Después, los afectados por los impagos deliberaron durante tres cuartos de hora hasta decantarse por el plante. Eso sí, la huelga de entrenamientos no se decidió por consenso y fue necesario realizar una votación.

De todas maneras, como explicaron los represenates del plantel, los partidarios de cobrar el porcentaje que les ofrecían los rectores atléticos acataron la decisión de la mayoría: «El vestuario está unido y vamos todos a una en esta situación. Hay gente quemada, pero dijimos que aceptaríamos la decisión que se tomara por mayoría».

Primer día sin entreno

De esta manera, a las 20.30 horas –la hora habitual del Isleño para comenzar sus entrenamientos–, la veintena de futbolistas del club insular salieron del vestuario vestidos de paisano y con las botas dentro de sus bolsas. Las caras largas abundaban y el estado de ánimo general era más gélido que la rasca que caía sobre el césped artificial del estadio municipal.

La comitiva se dirigió nuevamente hacia las oficinas, donde Escandell y Prats entraron acompañados por el defensa Juan Manuel García, Chiqui, para comunicarles la postura tomada al presidente y a Toni Torres, secretario técnico. Sus compañeros montaron guardia en el pasillo, remitiéndose a una consigna: «Hablarán los capitantes».

Diez minutos después, finalizó el parlamento entre las dos partes, confirmando que la negociación había muerto. Ni los jugadores estaban dispuestos a aceptar un porcentaje ni los responsables del club podían ofrecer más dinero.

«No han podido cobrar las subvenciones que tenían pendientes, el dinero les ha llegado por otras vías, pero no ha sido suficiente», explicaba Prats, mientras Escandell reunía a sus compañeros en el centro del campo de Can Misses.

Esta vez no iban vestidos de corto ni era una charla de motivación para afrontar un partido decisivo por la salvación. El defensa les puso al día de todo lo hablado con los directivos y, en ese momento, se iniciaba la huelga de entrenos del primer equipo.

Según señalaron los capitanes, la formación comparecerá mañana en el campo del Sant Rafel. Si no se cobra, se hablará tras el derbi y se valorará la toma de otras medidas de presión, entre la que podría incluirse dejar de jugar.

Cuerpo técnico. Arabí no toma partido pese a estar afectado por los impagos

«No sé nada del plante de esta tarde, puede pasar cualquier cosa». Con estas palabras, Pepe Arabí, entrenador del Atlético Isleño, se desmarcaba ayer por la mañana del inicio de una huelga que se acabó produciendo y que le dejó sin poder realizar un último test antes del derbi de mañana ante el Sant Rafel.

Pese a que Arabí –igual que el también técnico Jaume Mascaró y el preparador físico Dani Ferrer– el club le adeuda varias mensualidades, el entrenador ibicenco no quiso tomar partido entre sus jugadores y la directiva. «Apoyo y entiendo a mis futbolistas porque tienen sus necesidades, pero también comprendo a la directiva. Creo que se va a encontrar el dinero y se llegará a una solución», comentaba ayer por la mañana, reafirmando sus palabras al mediodía en declaraciones al programa ‘Ser Deportivos’ de Radio Ibiza, donde llamó al «diálogo entre las partes».

Manteniendo su rutina, Arabí se presentó en Can Misses a las 20 horas y se refugió del frío en la cafetería del estadio junto a su cuerpo técnico, aguardando la decisión final de sus hombres y sin querer hacer ningún tipo de valoración, incluso cuando supo que, si mantienen sus reivindicaciones, no podrá entrenar a sus pupilos hasta que la directiva abone diciembre.

Diario de Ibiza

 

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