Los ibicencos Marcos García y Carlos Tomás comparten vestuario en el Villarreal B

Carlos Tomás y Marcos García posaron para Diario de Ibiza antes del partido del sábado pasado ante el Albacete que acabó con triunfo del Villarreal B por 1-0. PAU BELLIDO

Los ibicencos Marcos García y Carlos Tomás comparten vestuario en el Villarreal B y se sienten «orgullosos» de ser los embajadores del fútbol pitiuso en Segunda División. Ambos son ´fruto´ de la cantera pitiusa.

G. L. S. Carlos Tomás lleva más tiempo que ´Marquitos´ en el Villarreal, ya que entró a los 15 años y ahora tiene 22. El debut liguero no fue el esperado por el ibicenco, ya que su equipo cayó ante el cuadro vallisoletano en la primera jornada liguera por 3-0, pero el pasado sábado lograron la primera victoria. El jugador pitiuso pide paciencia porque son una plantilla «prácticamente nueva» y según dice, necesitan un «tiempo de adaptación» tanto a los compañeros como a la Segunda División. «Hay que tener un poco de paciencia, pero esta plantilla creo que puede dar muchas alegrías a los aficionados».

El hecho de ser titular en este arranque de la competición y la experiencia adquirida la pasada campaña le da «cierta tranquilidad y confianza» para encarar los encuentros de esta campaña, donde quiere que los jugadores que han llegado nuevos se adapten «rápidamente» para hacer un buen inicio de Liga.

Como cualquier joven de un cuadro filial, aspira a subir al primer equipo, con el que ya fue convocado en pretemporada en el encuentro amistoso contra el Real Zaragoza. «Durante el año, como el primer equipo tiene bajas por las convocatorias de selecciones o lesiones, el entrenador nos conoce y confía en nosotros. Creo que eso es positivo para nuestra formación como futbolistas. Me encantaría llegar a debutar en Primera. Es mi objetivo prioritario», declara ilsionado el defensa central.

Al igual que Marcos, opina que la meta esta campaña es mantener la categoría, pero su inconformismo le pide más. «Lo primordial es buscar la permanencia, pero somos ambiciosos y una vez la consigamos miraremos hacia arriba», indica Carlos quien como futbolista quiere sumar «el máximo número de partidos» para que la próxima campaña pueda pensar en cotas mayores

Está «contento» de compartir vestuario con Marquitos, al que «ya conocía» de las categorías inferiores del Villarreal y también de las Ligas ibicencas. Cree que va a ser una buena incorporación. «Es un jugador que nos va ayudar y nos aportará cosas buenas como velocidad, desmarque y profundidad», manifiesta Carlos, quien añade que entre ellos hablan de «cosas» de la isla y de sus distintas vivencias en el fútbol.

Reconoce que sigue la actualidad del balompié pitiuso «bastante poco». «Con esto de que el Eivissa aparece y desaparece no sé cómo están ahora. Hay veces que veo algo de la Peña, pero no sé mucho», subraya.

Durante los últimos seis años, el Villarreal ha sido la fábrica de una de las mejores canteras de fútbol de España y en Eivissa ha tenido una sucursal de la que nutrirse. En la actualidad, el filial del ´submarino amarillo´ ha unido a dos hermanos de isla que se han formado en sus filas desde cadetes y que ahora comparten vestuario: Marcos García y Carlos Tomás.

´Marquitos´, que regresa al club villarrealense cedido por el Real Valladolid, afirma que la vuelta a la que considera su casa ha sido «muy positiva», ya que el pasado sábado jugó su primer partido ante el Albacete al que vencieron 1-0. «Llegar y en el primer partido debutar con victoria siempre es importante y más si es en nuestro estadio», resalta.

Considera que todavía es «pronto» para saber si le ha venido bien el cambio de aires, pero sabe que en Pucela Antonio Gómez, el que fue su entrenador durante la pretemporada, no iba a contar con él. Por eso aceptó irse cedido. «Llevaba partidos sin disfrutar del fútbol y el sábado volví a hacerlo. Estuve cómodo en un sitio que conozco y donde jugamos un fútbol en el que tratamos muy bien la pelota».

El objetivo de esta campaña apunta que es «la permanencia», ya que no pueden aspirar a más por ser un filial.

Además, ahora comparte vestuario con otro pitiuso, por lo que se siente «orgulloso». «Es importante que el fútbol ibicenco se sienta reconocido y cuántos más jugadores lleguen a profesionales, mucho mejor. La gente que viene por detrás tiene una motivación extra de ver que es posible llegar donde nosotros estamos», argumenta Marcos quien cree que los técnicos de su club «saben» lo que puede aportar, a la vez que le puede servir de trampolín para tener otras salidas, aunque destaca que el equipo de Primera División es una motivación «extra» para él, ya que según afirma está «a un paso». «Cuando los técnicos lo crean oportuno estaré preparado para estar con el primer equipo»

El futbolista formado en la cantera del Portmany, que ahora tiene 23 años, dice que sigue la actualidad de los clubes ibicencos siempre que puede. «Esta semana estoy un poco perdido, pero siempre intento ver qué pasa y ver cómo han quedado».

Diario de Ibiza

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