Además de por su ejército de terracota y por el hecho de ser el primer dirigente que unificó el ahora país más poblado del mundo bajo el lema todo bajo el cielo, al emperador Qin Shi Huang le cabe el honor de haber impulsado la construcción de la Gran Muralla china, que de tan larga ha llegado a este histórico lunes en El Havre.

Porque ante un combinado asiático muy pendiente de defender sus dominios, la Selección española se ha apoyado en se muro para impulsarse por méritos propios a unos octavos de final mundialistas conquistados al fin por el combinado nacional. 

Sin hacer ni medio cálculo, buscando la victoria desde el pitido inicial, el seleccionador introducía tres cambios en el once inicial respecto al equipo que se enfrentó la pasada semana a Alemania. Leila en el lateral zurdo, Patri Guijarro en mediocampo y Lucía García actuaban de inicio para buscar decididas la portería asiática en dos buenas llegadas de la asturiana.

La muralla de Jia Xiuquan, ¿o era la del emperador Qin? se hacía cada vez más densa e impenetrable ante los continuos ataques de una Selección totalmente dominadora del esférico.

Mariona Caldentey rozaba el tanto y un cabezazo de Jenni lo detenía la guardameta Peng antes del descanso al que llegábamos con el marcador inicial.

En la reanudación entraba Andrea Sánchez Falcón por Mariona Caldentey y las ocasiones se sucedían con varias grandes intervenciones de la guardameta Peng, sobre todo dos a sendos disparos de Patricia Guijarro desde la frontal.

Los minutos pasaban y un empate que clasifica a ambas selecciones parecía imponerse, pese a los denodados esfuerzos de España por derribar el entramado defensivo rival con nuevas ocasiones en las botas de Jenni Hermoso y Alexia Putellas.

La Selección ha totalizado 23 tiros a puerta por sólo uno de China

El marcador sin embargo no se movería y España accede de esta forma a octavos como segunda de grupo, esperando ya a Estados Unidos o a Suecia en el duelo del próximo lunes 24 de junio en Reims.

Será otro día para el recuerdo después de escalar la muralla china para alcanzar por primera vez las eliminatorias mundialistas. Si el emperador Qin quería unificar todo bajo el cielo, a partir de este momento estas jugadoras quieren elevarse hasta el mismo para tomarlo por asalto.