Prinz pone punto final a su carrera

Birgit Priz, hoy dijo adiós al fútbol femenino una de las jugadoras que más impulsó esa disciplina a escala planetaria

«La gente sabe que no me gusta hacer las cosas a medias»: con estas palabras, una de las mejores futbolistas de todos los tiempos anunció que ponía punto y final a su carrera y marcaba al mismo tiempo un hito en la historia del deporte rey.

A lo largo de una rueda de prensa convocada de urgencia por su equipo, el 1. FFC Fráncfort, Birgit Prinz se mostró alegre e incluso ligeramente aliviada al anunciar su retirada definitiva de los terrenos de juego. Se sabía ya que la tres veces designada mejor jugadora mundial, que a sus 33 años ostenta el récord de partidos disputados con la selección alemana, había renunciado a seguir defendiendo los colores nacionales.

La delantera ha ido acumulando gestas a lo largo de 17 años en la élite del fútbol mundial. Prinz ha disputado 214 partidos con el combinado nacional alemán y suma 128 goles en partidos internacionales, 14 de ellos anotados en sus cinco participaciones en la Copa Mundial Femenina de la FIFA. Dos trofeos mundialistas, cinco entorchados europeos y tres medallas olímpicas de bronce son sólo la punta del iceberg de sus logros deportivos, a los que cabe añadir los conquistados con sus clubes: tres Copas de la UEFA, nueve campeonatos de liga alemanes, 10 Copas de Alemania y un trofeo de la liga estadounidense en las filas del Carolina Courage.

Entre el alivio y la decepción

Quienes conocen a Prinz saben que el alivio que se adivinaba en sus facciones al anunciar su retirada era sólo una parte del conflicto de emociones en el que está actualmente inmersa. «Emocionalmente es algo que me ha afectado mucho. El tira y afloja, las dudas, han sido agotadoras», reconoció sin ambages Prinz, que habitualmente proyecta una imagen fría y algo distante.

«Habría sido una tontería dejarlo solo porque me quedé sin diversión durante el Mundial», explicó. Por eso, durante las últimas semanas se reincorporó a los entrenamientos de su club. «Pero el fútbol me sigue divirtiendo. Eso ha sido lo más difícil de mi decisión. Aun así, creo sinceramente que el fútbol me seguirá divirtiendo mientras sea capaz de correr».

Tras una Copa Mundial Femenina 2011 tanto más decepcionante para ella y para Alemania por haberse disputado en suelo patrio, los medios de comunicación abrieron un extenso debate sobre el futuro de la dorsal número nueve de la selección. Prinz había conducido al país anfitrión a sendos triunfos en las ediciones de 2003 y 2007; en esta ocasión, sin embargo, Alemania se vio apeada del torneo en cuartos de final por la selección japonesa, que a la postre se alzaría con el título. La capitana fue sustituida en los dos primeros encuentros disputados por Alemania y no volvió a saltar al terreno de juego. «En realidad, he tenido una carrera bastante buena; es solo que el final podría haber sido un poquito más agradable», recalcó con una ironía que desató las risas de los periodistas presentes.

Al servicio de la psicología

«Me ha resultado muy, muy difícil adoptar esta decisión. Hubo fases en las que un día pensaba que sí y al día siguiente que no», explicó. Gracias a su inagotable ambición y a sus ansias de victoria, pero también a su dinamismo y a la amenaza constante que supone para la portería contraria, Prinz se ha convertido en todo el mundo en el rostro visible del fútbol femenino. Finalmente, sin embargo, pesó más la convicción de que «hay cosas más importantes en la vida » y el deseo de disponer de «más tiempo para mi desarrollo profesional». Aun así, Siegfried Dietrich, director deportivo y portavoz del 1. FFC Fráncfort, dejó la puerta abierta a la esperanza de conservar a Prinz como «jugadora en reserva» para situaciones de emergencia en la plantilla.

En paralelo a su carrera deportiva, la ganadora del Balón de Oro y la Bota de Oro adidas de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2003 se licenció en psicología, y en el futuro le gustaría aplicar profesionalmente al fútbol femenino los conocimientos adquiridos. Se baraja la posibilidad de que ejerza tales funciones en el seno del propio 1. FFC Fráncfort. Como es fácil imaginar, sin embargo, no ha conseguido todavía desligarse mentalmente por completo de su vida en la alta competición: «Me gustaría subrayar que en la toma de esta decisión apenas ha influido la actuación de la selección en el Mundial 2011, muy decepcionante tanto para mí en lo personal como para todo el equipo», recalcó Prinz.

«El mundo no se va a acabar»

En el rostro de la mujer que durante años ha sido el motor del fútbol alemán pudo adivinarse un punto de nostalgia al abandonar la sala del hotel de Fráncfort en la que ofreció la rueda de prensa. Para ella, los muchos títulos conseguidos no han sido los momentos cumbre de su carrera, un comentario inusitado pero al mismo tiempo muy propio de la jugadora: «Resulta difícil comparar entre sí los logros alcanzados. Pero si tengo que destacar algo sería mi primer partido con la selección, la participación en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, porque allí fue donde llegamos como equipo a la cima del fútbol mundial, y también la victoria en semifinales del Mundial de 2003 frente a Estados Unidos».

Su primera actuación con la elástica alemana tuvo lugar en junio de 1994, en un partido disputado contra Canadá en Montreal. Prinz tenía entonces 16 años y entró en el minuto 72 en sustitución de la que por entonces era la principal goleadora alemana, Heidi Mohr. Poco antes del pitido final, Prinz marcó el 2-1 definitivo que daba la victoria a Alemania. Allí comenzó todo. Y ahora todo llega a su fin. En el recuerdo quedan innumerables momentos de felicidad, de triunfos indisolublemente ligados a su nombre. Y un gesto simbólico: el director deportivo Dietrich entregó a Prinz un enorme ramo de girasoles.

FIFA.com

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