Futbolista de profesión, médico de vocación

Arriba, Bauzà celebra un gol con el Swansea.
Arriba, Bauzà celebra un gol con el Swansea.

Guillem Bauzà ‘Bussy’ se bate en los campos de la Segunda División inglesa mientras estudia Medicina genética.

JAUME BAUZÀ. PALMA. Guillem Bauzà (Palma, 1984) es un caso atípico en el mundo del fútbol, donde proliferan los jugadores que han renunciado a labrarse un futuro laboral seducidos por los rápidos y elevados réditos económicos que ofrece una carrera profesional en el deporte rey. Guillem, hijo del ex futbolista del Mallorca Sebastià Bauzà ´Bussy´, vive su mejor etapa deportiva en las filas del Swansea City de la First División inglesa al tiempo que se sumerge en los libros de Medicina genética.

«Hay pocos futbolistas que creen que sea interesante seguir una formación académica mientras juegan y piensan que es suficiente con el fútbol. Pero yo siempre he tenido muy claro que la carrera de un deportista se acaba. Como jugador tienes más de la mitad de la vida desocupada y hay que llenarla con algo que te guste», explica Guillem, al que en Reino Unido también apodan ´Bussy´. «El estudio intelectual y el trabajo físico se relacionan y se favorecen mutuamente, porque cuanto más uses la inteligencia en el fútbol, mejor. Tanto un jugador como un médico tienen que tomar decisiones rápidas y correctas en momentos determinados. Y los dos soportan una carga de presión muy grande», añade el palmesano.

Guillem Bauzà empezó a cobijar la idea de jugar en el Reino Unido a los 16 años. Entonces viajó a tierras británicas como integrante de la selección española para jugar un campeonato europeo. Aquel equipo, en el que estaban Andrés Iniesta, Fernando Torres y Miquel Àngel Moyà, se proclamó campeón. «Me llevé un recuerdo muy hermoso del fútbol británico por todo lo que pasó. Por eso, cuando me salió la oportunidad de jugar allí, ni me lo pensé. He empezado mi tercera temporada en la Liga inglesa y nunca me he arrepentido de la decisión que tomé», cuenta.

El primer año de su aventura británica Guillem ascendió con el Swansea City a la First Division. Y en la segunda campaña se quedaron a las puertas del play-off para ascender a la Premier League, la máxima categoría del fútbol inglés. La progresión del conjunto galés ha ido paralela a la suya como futbolista. En sus dos primeras temporadas Guillem jugó más de cincuenta partidos y anotó 16 goles.

El inicio de esta tercera campaña, la que debía ser la de la consolidación, se ha truncado por una fractura de fémur que le mantendrá alejado de los terrenos de juego dos meses. La semana pasada se sometió en Barcelona a una operación a manos del doctor Cugat, de la que estos días se está recuperando.

Este joven palmesano había estudiado magisterio de Educación Física a caballo entre Palma y Barcelona, pero siempre había mantenido viva la ilusión de cursar la carrera de Medicina. Curiosamente no pudo cumplir su sueño hasta que no se trasladó a Reino Unido. «Cuando estudiaba COU no tenía claro lo de llegar a ser futbolista profesional, pero sí sabía que quería estudiar Medicina. Cuando acabé Selectividad tenía contrato en vigor con el Mallorca B y no me quedó más remedio que elegir una carrera que se pudiera estudiar en Palma», explica Guillem.

El futbolista – «un centrocampista ofensivo, muy notable en muchos aspectos pero sin sobresalir en otros, ni muy rápido ni muy lento», según su propia definición– no tuvo opciones de subir al primer equipo mallorquinista y se instaló en Barcelona para jugar con el filial del Espanyol. Por segunda vez se frustró el salto a Primera División, por lo que decidió emigrar a tierras británicas. «Recibí una oferta del Swansea y no me lo pensé. Dediqué la primera temporada a aprender inglés y a adaptarme a la vida de allí. Y el año pasado me decidí a matricularme. Mi familia me ayudó a dar el paso y también mi novia, que es médico y vive aquí conmigo», relata el palmesano.

«Todavía no tengo claro a qué me dedicaré. Me gusta la idea de investigar, buscar nuevos tratamientos para enfermedades, porque todo eso mejora la vida de las personas. Pero meterse en el ámbito de la investigación depende del currículum, las notas y las becas que te puedan dar. También me planteo otras salidas, como trabajar en el departamento de genética de un hospital o dedicarme a la docencia», explica.

El futbolista inicia ahora su segundo año de estudios de medicina genética con más confianza después de haber superado la barrera del idioma. «En el primer curso estaba un poco preocupado por el inglés. Ésta no es como una beca Erasmus, he tenido que seguir los mismos canales que los británicos para acceder a estos estudios. Pero saqué los exámenes bien y me he dado cuenta de que lo puedo conseguir», subraya.

El mallorquín está decidido a seguir cursando Medicina genética, pero sin renunciar a alcanzar metas más altas en lo futbolístico. «Si esta temporada puedo ascender con el Swansea, perfecto. Y si no, a lo mejor lo consigo con otro equipo, quién sabe. He jugado contra equipos de la Premier y no veo grandes diferencias entre ellos y nosotros. Ahora es cuestión de suerte llegar a lo más alto», asegura Bauzà, quien se ve con potencial para jugar en un conjunto de Primera División. «Podría, no tengo ninguna duda. No me cierro las puertas a jugar algún día en España, pero los próximos cinco o seis años quiero estar en Reino Unido», dice. ¿Y jugar en el Mallorca? «Ojalá».

DIARIO DE MALLORCA

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