El sueño nos está esperando

Cada vez más cerca. El Sporting celebró por todo lo alto su pase y ahora solo le quedan dos partidos
Cada vez más cerca. El Sporting celebró por todo lo alto su pase y ahora solo le quedan dos partidos

Bintaufa sufrió y se permite soñar. Está a tan sólo dos partidos de hacer historia, de volver a Segunda B. Ayer, sobre el césped, se deshizo del histórico Burgos (1-0) en un partido lleno de la tensión y nervios lógicos de los encuentros en los cuales se juegan las cosas. La afición acudió como en los mejores tiempos para empujar hacia la última fase para ascender. Ahora quedan dos partidos.

Al final, fue clave ese 2-2 amargo de la ida -se jugó bien, pero era un 0-2 ¿recuerdan?-, en un duelo que empezó con todo el calor de una tarde menorquina de junio, es decir, con borchorno. ¿Afectaría eso al Burgos?. Era algo secundario, pero no lo debía ser que el Sporting no variara su propuesta. Vive del balón y quiere mimarlo, pero por momentos se olvidó de ello para buscar a Mario Mora o Manel Sala por la vía rápida, y quizá porque los castellanos acumulaban más gente en el centro del campo. ¿Volvería el Burgos a usar su fútbol tosco pero engorroso?. En cualquier caso tenía que abrirse irremediablemente, porque los empates a cero y uno servían a los mahoneses.

Quizá por ello dio la sensación de que salía más puesto. De hecho, en el minuto tres el visitante Miguel vio como el colegiado Monfort le anulaba un gol por fuera de juego. Los menorquines respondieron tres minutos después con un cabezazo de Raül, pero no se sentían cómodos, a pesar de que tenían más posesión porque parte de la estrategia castellana era esa.

Rubén era el mejor argumento ofensivo de los de Esteve. En la banda izquierda tocaba y se revolvía buscándose la vida. También Mourad. Pero, en un partido bastante igualado, era el Burgos el que daba la sensación de tener el mando psicológico del tema. Maureta puso otro susto en el cuerpo al cuarto de hora: Raül hizo una mala cesión en el mediocampo, el balón le llegó al ex perico y mandó un tiro lejano que se fue alto.

Con ésas se llegaba al descanso. Lo mejor era el empate a cero, que daba el pase momentáneo al Sporting. Pero la tensión se palpaba en el aire. La segunda parte sería de infarto.
Y tanto que lo fue. En el primer minuto Iñaki se quedó solo dentro del área pequeña, a cuatro metros de la portería, y tiró a puerta. Menos mal que estaba Moyano para rechazar. Era una ocasión clarísima. Dos minutos después Mario Mora se encontró un balón y subió el eje, pero tardó y no pasó a más. Rubén marcó en el cinco, pero su tanto fue anulado por fuera de juego.

Los nervios estaban a flor de piel. Se veía claro que un gol, por un lado u otro, iba a ser un golpe durísimo de superar. Y el Burgos lo tuvo muy cerca. Cerquísima. Miguel, que poco después sería sustituido, tocó lo justo un balón raso a la derecha de Eloy y, con parsimonia, el esférico se fue fuera a tres palmos del palo.

Rondaba el equipo visitante, con el Sporting sufriendo más. Iñaki y Txitxo tocaban demasiado el balón, lo colgaban una y otra vez en las alturas de Eloy. Los de Esteva buscaban alguna contra y cada vez más apelaban al crono. Seguía el empate a cero. Y valía.

Pero qué peligroso era todo. El Burgos, puro nervio, apretaba. El goleador Nel salió y Txitxo era expulsado, rigurosamente quizás, por una falta sobre Rubén por detrás, fue determinante. Por protestar, el técnico Álvarez también vio la roja. Luego, en el 50, un penalti, sobre Txema que marcó Mario Mora hizo explotar Bintaufa tras el sufrimiento. El sueño sigue. Y lo mejor nos está esperando.

Segarra: «La clave estuvo en el Plantío»
El presidente del Sporting, Paco Segarra, pasa por un momento feliz. Su club ya ha pasado dos eliminatorias y está a dos partidos del sueño de la Segunda División B. «Hemos estado preparados para sufrir mucho porque estas eliminatorias son así, los equipos aprietan mucho», dijo. Además «el Burgos tenía que marcar y nos ha costado muchísimo». No obstante, la clave fue en el partido de ida. Hemos sufrido pero hemos ganado. Nos queda una noche de sueño o de pesadilla, en cualquier caso el equipo ha dado la talla siempre, toda la temporada, esto es un premio». Del mismo modo, el máximo mandatario sportinguista dejó claro que «si pasamos bien y si no no pasa nada. A esta plantilla no se le puede reprochar nada», dijo. (Juanma Sicilia)

Esteva: «Vamos a luchar al máximo». Álvarez: «El penalti y la expulsión fueron claves»
A buen seguro que el técnico del Sporting Mahonés, Joan Esteva, soñó con un final como el vivido ayer en el Municipal de Maó. Fue felicitado y agasajado por la felicidad de una afición que vuelve a soñar con tiempos pasados. «Lo primero que quiero hacer es felicitar al equipo, todo lo que estamos consiguiendo es gracias a ellos. Sabíamos que el de hoy iba a ser un partido más difícil que el jugado en la ida pero el equipo sabe sufrir». Dijo Esteva que «cuando hay que sufrir, el equipo sabe sufrir y cuando hay que poner juego, el equipo lo pone».

A pesar de la expulsión de Txitxo, Esteva dejó claro que «el Burgos no ha variado su juego y siempre ha existido peligro». Respecto a la afición «ha estado magnífica. Un diez para ellos. La afición es determinante para que el equipo esté ahí. Agradecemos mucho su apoyo». Apuntó el entrenador blanquiazul que «el equipo ha hecho este año cosas buenas y ha celebrado poco. Entramos en el ‘play-off’ y no hubo casi celebración, quedamos segundos con la opción de jugar la Copa del Rey, eliminamos al Mutilvera, hoy al Burgos y ahora sólo puedo decir que vamos a luchar al máximo», señaló.

Javier Álvarez
Por su parte, el técnico del Burgos dijo que «la verdad es que la expulsión de Txitxo ha sido determinante. Estábamos echando atrás al Sporting con dominio y llegadas al área. No sé si la expulsión es justa o no. Lo que sí sé es que Moyano debió ser expulsado». Javier Álvarez reconoció que «perdimos la eliminatoria en Burgos. Hemos hecho un buen partido y si hubiésemos venido con otro marcador el partido habría sido otro. Sin desmerecer al Sporting, que ha sido un digno rival, pero ha habido decisiones arbitrales, en la ida y en Maó que han sido claves. La expulsión de Txitxo, el penalti que no es penalti, dos goles anulados en la ida, uno riguroso y el otro no lo era, el gol de hoy (…). Me voy triste por la derrota y satisfecho por el equipo». Aún así, Javier Álvarez dejó claro que «hay que respetar al Sporting, darle la enhorabuena y desearle mucha suerte».

Txitxo, resignado
«Ya sabemos como son los arbitrajes fuera de casa. La expulsión y el penalti, claves. Con un gol poníamos en dificultad al Sporting. En campo contrario, los arbitrajes para el de casa», señaló.

Por su parte Maureta dijo que «sólo nos faltó el gol. El penalti no era y la expulsión, rigurosa», apuntó. (Juanma Sicilia).

DIARIO DE MENORCA

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