Casi todo decidido

Tolo Ramón en el banquillo del Vilafranca
Tolo Ramón en el banquillo del Vilafranca

Después del gran fiasco de nuestros tres equipos en la Segunda división B no queda más remedio que poner los ojos en los cuatro equipos que intentarán dar el salto de la Tercera división a la categoría de bronce.

Quedan nueve puntos por disputarse pero pocas cosas pendientes de solución restan. El título ya tiene dueño puesto que el Mallorca B ha conseguido llegar hasta esta jornada habiendo cedido tan solo una derrota. El filial mallorquinista debe, a partir de ahora, afrontar su verdadero objetivo y conseguir el ascenso de categoría. Estos tres partidos que le quedan tienen que servir para engrasar al máximo una plantilla que tiene que asumir el reto del ascenso como una obligación más. Las posibilidades del equipo filial son altas y la doble posibilidad de conseguir el ascenso tiene que jugar a favor de los rojillos.

El Sporting Mahonés también tiene la capacidad para intentar, con ciertas posibilidades de éxito, el reto del ascenso. La plantilla menorquina tiene el fuste suficiente como para, al menos, dar batalla a sus posibles rivales. Jugadores como Manel Sala, Mario Mora o Mourad tendrán que aplicarse al máximo para llevar un fútbol de superior categoría hasta Menorca. De momento el equipo mahonés tendrá que jugar un partido agónico contra el Mercadal ya que los de Elías Noval aún están inmersos en su lucha particular por salvar la categoría.

El calendario ha querido que el Santanyí también se mida ante un equipo que necesita de manera urgente los puntos. El Arenal, que se encuentra cuarto por la cola, necesita sumar para seguir con vida y los de Damià Barceló querrán certificar su pase a la promoción de ascenso venciendo en su propio terreno de juego. El partido será de máxima tensión ya que se juntan dos equipos con presupuestos muy diferentes pero con los objetivos al alcance de su realidad.

El Binissalem puede sentenciar su clasificación si es capaz de noquear al Cala d’Or. El equipo que dirige Tomeu Pons ha respondido a las expectativas siempre que ha jugado en el Miquel Pons ya que no ha perdido ni un solo partido en toda la temporada. Pero en fútbol y en cualquier categoría las estadísticas siempre son relativas y los partidos contra rivales que se juegan el descenso suelen complicarse en exceso.

El Soledad está obligado a sumar los tres puntos si pretende seguir con opciones. Su rival será el siempre incómodo Constancia y seguro que el equipo que dirige Carlos Martínez no regalará ni un centímetro a su rival. La segunda vuelta de los de Llorenç Julià ha sido muy buena y tal vez las nueve derrotas cosechadas en la primera vuelta hayan sido un lastre demasiado pesado e imposible de levantar.

A estas alturas de la competición ya conocemos que Andratx, Artà, Manacor e Evissa B no podrán jugar el año que viene en categoría nacional pero aún queda por discernir que dos equipos acompañaran a estos cuatro. La emoción podría durar hasta la última jornada ya que el Arenal, el Mercadal y el Cala d’Or siguen teniendo boletos para perder la categoría.

TOLO RAMON

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