Los ex compañeros del vasco en el Athletic destacan su peligrosidad y siguen sin entender los motivos de su marcha

Aduriz saluda a Llorente en el Ono estadi
Aduriz saluda a Llorente en el Ono estadi

Su marcha desató una ´guerra civil´ en Bilbao en la última semana del pasado agosto. Todos le querían. Todos le amaban. Ni siquiera los seis millones de euros que el Mallorca desembolsaría por sus servicios aliviaban el dolor de su ausencia. Aritz Aduriz (San Sebastián, 1981) volverá este sábado a la que fue su casa las anteriores tres temporadas. «No entiendo la venta de Aduriz», llegó a decir Orbaiz, uno de los pesos pesados del vestuario de los vascos.

El donostiarra no era la estrella del equipo, pero sus características sobre el césped le convertían en uno de los preferidos. Su juego de espaldas a la portería, su facilidad para aguantar la pelota y soltarla y sus remates han maravillado también en Son Moix en una temporada en la que es difícil brillar. Precisamente esa garra y capacidad de sacrificio ahora amenazan al club que lleva en el corazón. «Hay que vigilarle, no podemos perderle de vista en ningún momento porque es peligroso», avisa su ex compañero David López. «Anda bien, está con confianza, haciendo goles y es uno de los futbolistas básicos para el Mallorca», subraya.

Seguramente los pupilos de Caparrós tendrán en cuenta aquella maravillosa jugada de contraataque en el Camp Nou que acabó en gol, la vaselina con la que dejó retratado a Leo Franco hace quince días ante el Atlético o cualquiera de los tantos de cabeza que le marcó al Espanyol en la primera vuelta, entre otros. Aduriz ha anotado ocho tantos en los 1.968 minutos que ha disputado, repartidos en 25 encuentros. ¿Qué pasaría si el ariete marca en Bilbao? «Sería una gracia de mal gusto porque, a pesar de tenerle gran cariño, nos fastidiaría que nos ganara y que encima fuera gol de Aritz. Esperemos que no sea así y que, si tiene que marcar, que el resultado sea un 2-1. Hablando con él el otro día le decía eso y que así todos contentos», explicó el zaguero Koikili. Eso sí, la situación de los vizcaínos es tan desesperada -es el peor equipo de la segunda vuelta y están a sólo dos puntos del descenso- que no tienen margen de error. Y menos en casa. «Tenemos las armas suficientes para pararle a él y a todo el equipo y sacar los tres puntos», afirma David López.

Aduriz es indiscutible en los esquemas de Manzano y llegará a su antiguo estadio con ganas de reivindicarse. A pesar de que tuvo continuidad en el Athletic -la pasada temporada metió siete goles en 33 partidos-, empezó a estar a la sombra de Llorente. El presidente de los rojiblancos, Fernando García Macua, no quería traspasar bajo ningún concepto al ahora internacional, por lo que dio vía libre para la salida de Aduriz. Gran error. O al menos eso defendía una gran parte de la afición que no dudó en manchar ´La Catedral´ con una pintada en la que se podía leer «Aduriz no se vende». Koikili lo confirma. «Será especial, sobre todo para él, que vuelve a casa, y que ha sido un jugador muy querido y así lo demostró la afición cuando marchó al Mallorca. Para él va a ser especial y para nosotros antes del partido también pero una vez que empiece a rodar el balón no habrá compañerismos y lo tomaremos como un rival, además conociendo lo muy competitivo que es», expresa.

Una diana del ahora bermellón se clavaría en el orgullo de un club que tiene la cabeza en otro sitio. Sólo piensa en la final de la Copa del Rey que les medirá al Barcelona en Mestalla el 13 de mayo. Pero ninguno de los dos conjuntos está para dormirse en los laureles. El romanticismo debe quedar para mejor ocasión.

RCD MALLORCA

Más noticias que te pueden interesar

Comenta esta noticia

Los comentarios están desactivados temporalmente. En breve estarán disponibles de nuevo.