La historia más bonita jamás contada (7-3)

Alineaciones:

– Palma Futsal: C. Barrón, Tomaz, Chaguinha, Nunes e Higor. También jugaron Fabio, Cainan, Eloy Rojas, Gordillo y Carlos.

– Aspil Jumpers Ribera Navarra: Marcao, David, Terry, Pintinho y Gabriel Vasques. También jugaron Anás, Bartolomé, Uge y Joao Miguel.

– Goles: 0-1 Gabriel Vasques (min. 2); 1-1 Cainan (min. 15); 1-2 Espín (min. 25); 2-2 Higor (min. 27); 3-2 Mancuso (min. 31); 4-2 Eloy Rojas (min. 32); 5-2 Mancuso (min. 35); 6-2 Eloy Rojas (min. 36); 6-3 Terry (min. 37); 7-3 Mancuso (min. 38).

– Árbitros: García-Donas Salvador y Simón Benet. Mostraron tarjeta amarilla a los locales Eloy Rojas y Tomaz y a los visitantes David, Anás y Pintinho.

– Pabellón: Palau Municipal d´Esports de Son Moix. 3.600 espectadores. Segundo partido de los cuartos de final del playoff de la Primera División.

Comentario:

El Palma Futsal obró la gesta en otra noche épica en Son Moix remontando la eliminatoria con seis goles en la segunda parte. La eliminatoria se complicó todavía más con el gol inicial de los navarros. Los mallorquines, liderados por 3.600 espectadores entregados a la causa, levantaron reto que parecía imposible con diez minutos finales memorables. Se enfrentarán al Jaén Paraíso Interior en las semifinales con el factor pista a favor.

Dice la leyenda que para que algo ocurra tienes que creer en ello y no dudar nunca. Y el Palma Futsal creyó. Y su afición, que demostró otra vez que nunca falla en las noches en las que hay que afrontar retos que parecen imposibles. El Palau Municipal d’Esports de Son Moix vivió otra noche que quedará para el recuerdo y de las que hacen afición con un partido extraordinario que finalizó con victoria por 7-3 de los mallorquines y a la clasificación para las semifinales. Y eso que hay días en los que cuando todo está en contra todavía puede ir a peor. El Palma Futsal afrontaba el partido de vuelta con la obligación de marcar como mínimo cuatro goles más que su rival para forzar la prórroga. El coliseo balear se vistió de gala, como en las grandes ocasiones, con 3.600 espectadores entregados a la causa y con el verde como color esperanza que tiñió toda la grada. Y nada más comenzar el partido, el revés más inesperado. El Palma salió al ataque y en la primera contra, gol de Aspil Jumpers. David acertó ante Barrón y complicaba la remontada. No se habían cumplido ni los dos minutos de partido. Un golpe importante pero mucho tiempo para creer en una remontada que requería tirar de épica. Y, por si fuera poco, Barrón sufrió un golpe y tuvo que ser sustituido poco después. El guion estaba claro y no cambiaba: atacar por todos los frentes y tratar de marcar todos los goles posibles. Nunes tuvo la primera clara en un lanzamiento que escupió el larguero de la portería navarra. Fue un carrusel de ocasiones de los mallorquines sin fortuna a la hora de finalizar. Marcao, meta rival, se convirtió en el héroe de su equipo. Paró una volea de Tomaz y una llegada muy clara de Nunes. Y si no era el portero eran los palos. Otra vez Nunes lanzó un zurdazo que pegó en el palo. La presión del Palma Futsal fue total desde el inicio del partido pero, una vez más, la falta de acierto era su peor enemigo. El partido pedía paciencia, tranquilidad e insistir. Era cuestión de tiempo que llegara el primero. Higor lanzó fuera otra gran acción ofensiva y la siguiente fue Marcao el que evitó el gol. Parecía increíble que el Palma fuera incapaz de anotar y los navarros, con apenas un par de llegadas, hubiesen marcado. Máxima efectividad. Y a cinco minutos del descanso llegó el premio. Cainan marcó en una gran remate tras una asistencia de Higor. Se abría una puerta para la esperanza aunque la situación era la misma que al principio pero con menos tiempo. Higor tuvo el segundo en la siguiente acción sin portero pero la defensa salvó el gol. Los jugadores dirigidos por Antonio Vadillo insistieron en los minutos finales antes del descanso pero Higor y Nunes no acertaron con las dos ocasiones que tuvieron. El susto llegó instantes después con un lanzamiento lejano de Uge que pegó en el palo.

Quedaban solo veinte minutos por delante y cuatro goles por marcar. Demasiada desventaja y poco tiempo, pero no quedaba otra que intentarlo y dejarse sobre la pista todo lo que quedaba. En la segunda mitad siguió el monólogo. Y seguía la falta de acierto. El larguero rechazó el lanzamiento de Tomaz. Tercera ocasión que se estrellaba en los palos de la portería rival. Cainan lo intentó desde la banda pero Marcao tampoco estaba dispuesto a facilitar nada y voló para detener el potente disparo del brasileño. Solo se jugaba en la pista del rival, que se defendía con todo lo que tenía sabiendo que aguantar el marcador en los primeros minutos de la segunda mitad les podía dar la eliminatoria. Ribera apenas salía de su zona ya que tampoco era fácil superar la presión de los mallorquines, que ahogaban al rival obligándole a rifar el balón. Higor buscó pegarle de puntera desde la frontal pero su disparo se fue pegado al palo. El Palma volvía a sufrir la falta de puntería en el peor día posible. Y, encima, a Ribera Navarra le salía todo de cara. Marcaron el segundo en la primera ocasión que se acercaron a la portería balear en la segunda parte. Ver para creer. Espín se sacó un derechazo desde la banda que pegó en el palo y entró. Máxima eficiencia. Antonio Vadillo ya apostó por jugar con Nunes de portero-jugador a falta de quince minutos para el final. No quedaba otra. Higor aprovechó un rechace para marcar el gol del empate y mantener la ilusión. Quedaban trece minutos por delante. La afición tiraba del equipo para que no bajara los brazos al grito de ‘sí se puede’ en otra demostración ejemplar del público mallorquín, que tiró del equipo. Mancuso aprovechó una carambola dentro del área pequeña para marcar el tercero segundos después de que Pintinho salvara otra ocasión clarísima sobre la línea. El tanto dio alas al equipo y a la grada. La reacción de la grada fue de comenzar a creer. Quedaban nueve minutos por delante. Y la insistencia comenzaba a tener su premio. Hacía calor en Son Moix, cada vez más. Y la temperatura subió de golpe con el gol de Eloy Rojas. El andaluz enganchó un lanzamiento desde la frontal que sorprendió a Marcao. El cuarto. Quedaban ocho minutos por delante y la desventaja ya era tan solo de dos goles. Los navarros comenzaron a estar nerviosos viendo la avalancha que se les venía encima con una grada entregada y unos jugadores con los ojos en sangre queriendo devorar a su presa. Mancuso marcó el quinto en pleno éxtasis y dejaba la remontada al alcance de la mano y con cinco minutos para marcar otro gol para forzar la prórroga como mínimo. Y llegó. Eloy Rojas se sacó otro zapatazo desde la frontal para marcar una obra de arte e igualar la eliminatoria. Ver para creer. Cuatro goles en apenas cinco minutos. Brutal. Y cuando todo el mundo celebraba, el jarro de agua fría. Acción ofensiva de Ribera jugando de cinco con Marcao, que asistió a Terry que marcó por toda la escuadra. Golazo. Otra vez tocaba remar, otra vez a un gol de empatar la eliminatoria y menos de tres minutos por delante. Vadillo siguió apostando por jugar con portero-jugador. Y otra vez llegó el gol de Mancuso para igualar la eliminatoria. Otro balón que cazó el brasileño y a la olla. Son Moix volvió a estallar con el gol que obraba el milagro. Cinco goles en apenas seis minutos que llevaban la eliminatoria a la prórroga. Nadie se lo podía creer pero estaban viviendo una noche mágica. Ahora tocaba culminar la obra en la prórroga y con un aspecto importante a tener en cuenta: la ventaja del marcador ya era del Palma Futsal porque en caso de mantenerse el empate en la eliminatoria el que accedía a semifinales era el equipo mejor clasificado en la fase regular. Aspil Jumpers jugó con portero-jugador toda la prórroga para buscar el gol que les diera el pase mientras que el Palma Futsal pasó a defenderse para evitar encajar y buscar alguna contra en la que marcar un gol que diera tranquilidad. Un gol decidía la eliminatoria. Y así se llegó al último minuto, con el Palma defendiendo en su área sin dejar ni un espacio al rival. Fabio apareció en la única jugada clara que tuvieron los navarros en un disparo lejano de Terry que paró Fabio y que luego rechazó el larguero. Ya no hubo tiempo para más y Son Moix celebró una noche épica con sus jugadores.

Palma Futsal

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