Josep Pons reaparece 33 días después de su retirada forzosa

Josp Pons hizo entrega del carnet de socio al embajador de España en Estados Unidos, el mallorquín Jorge Dezcallar
Josp Pons hizo entrega del carnet de socio al embajador de España en Estados Unidos, el mallorquín Jorge Dezcallar

«Tengo la conciencia muy tranquila», dice el presidente tras entregar el carnet a Dezcallar.

No se le esperaba, pero Josep Pons se puso ayer delante de las cámaras 33 días después de tomar la decisión de alejarse de los focos por una acusación de acoso cuando era embajador de España en Austria. El presidente del Real Mallorca eligió para su reaparición un acto que parecía hecho a su medida: la entrega del carnet de socio al embajador de España en Estados Unidos, el mallorquín Jorge Dezcallar.

El hombre elegido por Llorenç Serra Ferrer para ocupar el sillón presidencial cree que ha llegado el momento de asumir la representación del club, pero apuesta por un regreso escalonado. «No tengo ningún problema para realizar las funciones de presidente que me corresponden. Aunque la situación actual provocará que esto lleve su tiempo. Pero nada me lo impide porque tengo la conciencia muy tranquila y no hay nada que esconder», explicó ayer Pons a DIARIO de MALLORCA.

El acto con Dezcallar supone un punto y aparte al alejamiento de Pons de la escena pública. El presidente tiene la intención de volver a ser la cara y el portavoz del Mallorca, aunque este hecho no excluye que Jaume Cladera o el propio Serra Ferrer puedan representar al club en las próximas semanas.

UGT, el sindicato que ha tramitado la acusación contra Pons, cree que en septiembre la Oficina de Igualdad de Viena emitirá un dictamen sobre el caso. Pons dijo no tener conocimiento de que eso vaya a suceder y se refirió a su continuidad en el Mallorca en caso de que hubiera un veredicto de culpabilidad. «Tomaré una decisión en función de los acontecimientos. Nunca nadie me ha tenido que decir lo que he tenido que hacer en cada momento. Estoy muy tranquilo sobre ese asunto y tengo la confianza del Consejo de Administración», relató Pons.

La acusación contra el presidente de la entidad balear no se tramita en la justicia ordinaria, por lo que el dictamen de la Oficina de Igualdad de Viena –en caso de que reconociera los hechos que ha motivado la acusación de la trabajadora– no tendría ninguna repercusión en los tribunales de Austria o España.

Pons ha seguido trabajando en las oficinas de Son Moix y ha asistido a los Consejos de Administración –ayer no fue una excepción– pero ha tenido que vencer las reticencias de una parte del Consejo muy contrariada porque el ex embajador no hubiera informado del procedimiento que tenía abierto en Viena antes de aceptar la presidencia del Real Mallorca.

diariomallorca

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