Marcos García desea, como es natural, volver a Primera División y si es con su equipo de toda la vida, mejor – Hoy comienza, bajo la batura del nuevo técnico, su pretemporada.

SUSANA M. CAMPOY El extremo izquierdo ibicenco Marcos García, Marquitos, retoma hoy el trabajo con el Villarreal «con ganas» y «a la expectativa» ante la nueva etapa que se abre en el primer equipo castellonense bajo la batuta de Ernesto Valverde.

El futuro del jugador continúa siendo una incógnita, aunque su objetivo personal es volver a Primera División. «Quiero hacer las cosas bien ahora en la pretemporada, al margen de lo que vaya a ocurrir conmigo», dijo en relación a los contactos abiertos por su representante para jugar en la Liga BBVA.

Son varios los nombres de clubes a los que se ha vinculado su nombre, pero en especial llama la atención en Ibiza la combinación Marcos García, José Antonio Camacho, Ibiza y Osasuna. El jugador comenta, al tiempo que esboza una sonrisa, que estas conjeturas «forman parte del fútbol» y agregó que su representante, lógicamente, está moviéndose. «Estoy a la expectativa de lo que ocurra en el Villarreal, pero también de si sale algo interesante y surge alguna oferta de Primera División, se estudiará, pero aún no sé nada», comentó.

En cuanto a su paso por la Real Sociedad, club donde encontró «un grupo y un cuerpo técnico muy bueno», explicó que aún los resultados no acompañaron y el objetivo del ascenso no pudo materializarse «ha sido una buena temporada, en la que he podido jugar 2.800 minutos y anotar cuatro goles, y disfrutar jugando que es lo importante». Esta campaña con la Real ha sido un bálsamo para el futbolista tras el amargo paso por el Recreativo, donde no contó con la confianza del entrenador.

Respecto a su futuro más inmediato, tiene claro que debe centrarse en trabajar en el Villarreal desde el primer día. Hoy arranca la pretemporada con doble sesión de trabajo. Sobre Valverde, cuya metodología de trabajo confesó desconocer, Marcos tan sólo comenta que conoce su trabajo de oídas. «Está considerado como un buen entrenador al que le gusta trabajar con la cantera y con extremos», reseña con ilusión.

Marcos García se siente preparado para volver a la máxima categoría y a sus 22 años ya ha probado los sabores, amargos y dulces, que ofrece el fútbol. Debutó en el Villarreal de la mano de Manuel Pellegrini en la temporada de 2006-07 y entonces firmó su primer contrato como profesional.

Han pasado tres años y a la pregunta de en qué momento de su carrera futbolística se encuentra, Marcos es claro. «Estoy creciendo como profesional; te vas haciendo como futbolista conforme vas jugando y a mí me queda muchísimo por desarrollar», afirmó.

Tras cumplir el contrato de cesión por una temporada con la Real Sociedad, el ibicenco retoma el trabajo en su club matriz, el Villarreal CF, a la espera de conocer cuál será su futuro. En el césped castellonense le espera el balón y caras conocidas. «La verdad es que después de veinte días sin tocar uno, va entrando el monillo de balón. Estoy contento de empezar en Villarreal la pretemporada y de volver a los entrenamientos», concluyó.

El regreso natural

Marcos García es un joven extremo izquierdo de 22 años al que Manuel Pellegrini dio la alternativa hace tres temporadas cuando militaba en el primer equipo del Villarreal. Su joven estampa dio la vuelta a España cuando logró marcar un gol al mismo Iker Casillas, en una trascendental victoria del ´submarino amarillo´ poseedor en aquel momento de la llave de la Liga, que luego ganaría el FC Barcelona. Esa fue una de esas imágenes que nunca olvidará el ibicenco, al que este verano ya se le ha visto junto a otras caras conocidas del espectáculo futbolístico.

2.800 Minutos

Ha jugado Marquitos con la Real Sociedad, equipo donde afirma haber cerrado una buena temporada a nivel personal, a pesar de que el objetivo colectivo del equipo no pudo cumplirse.

4 Goles

Marcó el futbolista ibicenco en Liga, al que se suma el que transformó en la Copa del Rey. Y, aunque las estadísticas no sumen las asistencias de los extremos, fueron muchas las entregadas a sus compañeros.

DIARIO DE IBIZA