El dinero y la Felicidad

tn_1237214563_1Las semanas que no tenemos jornada de Liga por tener que jugar las selecciones, siempre surge el dilema de si es beneficioso o no para los equipos, según hayan sido sus resultados. Para el Mallorca, con siete partidos, más uno de copa, invicto, tengo que decir categóricamente que no es positivo este parón liguero.

El equipo en este momento se encuentra en un buen momento de forma, una buena actitud y mentalizados de nuestro objetivo más importante. Lo pudimos ver frente al Atlético de Madrid. El equipo colchonero se presentó en nuestro Estadio con la moral por las nubes después de sus últimos resultados y lo cierto es que cuando vimos los videos de sus actuaciones frente al Barcelona, Real Madrid y Villareal eran para preocuparse un poco.

Estudiamos el partido de tal forma que sus virtudes no salieran a relucir y no encajar tres goles como en las dos jornadas anteriores. Diseñamos un plan para no darle ninguna facilidad. Los dos medio centros tenían que ser presionados en su zona de creación. Las bandas debían ser anuladas por una presión adelantada y con ayudas de los interiores y de esta forma los balones a sus hombres determinantes (Forlan y Agüero) serian escasos y sin profundidad. Los jugadores lo hicieron de cine y salieron con el partido en la cabeza y desde el primer minuto ganamos la batalla táctica. En ataque sabíamos que su defensa adelantada era un riesgo si el balón no estaba presionado y supimos interpretar los espacios que dejaban. El gol de Aduriz y el gol anulado a Arango son dos pruebas de los riesgos que asume el Atlético en estas jugadas. Creo que fue un magnifico partido jugado por todos los jugadores y más teniendo en cuenta que empezábamos la jornada en puesto de descenso.

Habrá tiempo al final del campeonato para reflexionar sobre todo lo que ha ocurrido en el campeonato pero lo que está haciendo esta plantilla es digno de destacar en este momento de serenidad y antes de que den comienzo las verdaderas y definitivas diez finales que nos quedan.

Empezar de colista frente al Valencia en la segunda vuelta y estar a seis puntos de la salvación es una presión tal que grandes equipos con grandes plantillas no han podido salvar anteriores temporadas y se han ido a Segunda División. Es cierto que ahora hay muchos equipos coqueteando en la zona baja, pero dije hace tiempo que las claves para la permanencia, un año más, eran:

1.- La estabilidad institucional.

2. La gran fortaleza mental de los jugadores.

3. La unión del vestuario.

Además de todas las cuestiones futbolísticas que no corresponde explicar en profundidad, como la compenetración y conjunción del equipo, los momentos de forma de ciertos jugadores, las variantes tácticas en distintos partidos, el ambiente añadido de la grada, el apoyo mediático, etc, etc.

Quisiera terminar comentado que a lo largo de mi carrera he tenido jugadores cedidos por otros equipos y cuando se enfrentaban a «su» equipo no querían jugar por razones obvias. Jurado, como buen profesional, quería jugar este partido y no entendió porqué Cléber sí y él no, pero las condiciones en las negociaciones no las ponen los jugadores sino los clubes y se llevó una alegría cuando le dijimos que haríamos efectiva la cláusula para que jugara. Se le iluminaron los ojos de felicidad y todos le transmitimos que tuviera serenidad y que jugara sin la presión añadida del caso. En ese momento y en ese instante era un jugador feliz y eso es consecuencia de la decisión del Presidente: Hacer feliz al jugador, hacer feliz al equipo y hacer feliz a la afición. No hay mejor dinero invertido para que todos seamos felices un año más.

Gregorio Manzano

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