Blaugranas y albinegros. Ferreries y Alaior. Dos clubes acostumbrados a transitar por la Tercera División, sobre todo los alaiorenses, poseedores de un récord alardeado con motivo pero que se truncó la pasada temporada: 33 campañas consecutivas en la élite balear.

Cuesta volver a empezar. Primero con la competición de inicio en el fútbol regional, la Copa. Un campeonato que puede saberle a poco a quien ha estado por encima, pero cuya final es una especie de fiesta del fútbol isleño, a pesar de que para algunos equipos es como un banco de pruebas y lo realmente importante es la liga que se disputa posteriormente.

Los ferrerienses, comandados por Pere Vadell, parece que quieren levantarse con determinación y cuentan sus dos primeros partidos con sendas victorias. Suman seis puntos y pisan los talones del líder del Grupo A, un Migjorn que en las últimas temporadas ha hecho de la Copa su competición preferida. La clave para Vadell es “luchar por mantener la portería a cero, tener un equipo joven pero con veteranos en puestos importantes y una afición que nos exige”.

Por contra, el Alaior de Ramón Melià no parece encontrar su punto óptimo. Ha disputado tres partidos en el Grupo B y su balance cuenta dos derrotas y un empate. Son colistas. Según el técnico, “no estoy descontento con el trabajo del grupo, pero todavía se arrastra el último descenso. Hay jugadores que estaban en aquél equipo, y muchos de los que tenía yo en Regional también jugaban. E inconscientemente, en los partidos, noto que tienen ese temor al fallo puntual que te hace perder. Es algo psicológico que superaremos cuando ganemos el primer partido, sin alarmismos. Todos en el club sabemos lo que hay”.

 

 

Diario de Menorca