Dani Mori ha cumplido trece partidos al frente del CE Ferreries que le han bastado para reactivar un equipo en zona de descenso, situarlo en una dinámica positiva y alejarlo por completo del peligro clasificatorio.

Cuando el técnico de Cangas de Onís aterrizó en Sant Bartomeu, el conjunto azulgrana sólo sumaba 5 puntos en 9 encuentros. La tormenta en el club azulgrana se desató originando la destitución de su antecesor, Antonio Asensio.

El asturiano, con pasado reciente en el At. Ciutadella o la PD Santa Eulàlia había regresado a Menorca para ponerse al frente de la cantera del Penya Ciutadella, y con su conocida modestia, se ganó rápido el vestuario ferrerienc, lo que se ha traducido en una espectacular remontada sumando 20 puntos en 11 jornadas.

¿Qué le motivó fichar por el C.E Ferreries?

Volver a entrenar, y ver que los directivos del Penya fueron los primeros en animarme, y la insistencia del Ferreries para que les echase un cable.

¿Cómo encontró el vestuario?

Les vi con ilusión por mi llegada desde el primer momento. Me dijeron que se veían capacitados para salir adelante, y que confiaban en mí para cambiar la dinámica de los resultados.

Se hizo cargo del “Ferre” en la jornada diez con 0-1 en casa ante el Montuïri. Pensó ¿dónde me he metido?

Era consciente de la situación. Si el equipo llevaba cinco puntos, era por algo. Pero ante el Montuïri vi mimbres para sacarlo adelante, mucha ilusión, y compromiso de los jugadores hacia la camiseta del club, y no tuve ninguna duda que lo haríamos.

¿Cuáles son las claves de la reacción, tiene una receta mágica?

La clave de sumar tantos puntos es de los futbolistas, por su entrega y trabajo diario que se refleja en los domingos. Hacen una buena lectura de los partidos, la llevan a la perfección. Otra clave es el compañerismo del grupo.

Ahora tienen 25 puntos, a 9 del descenso. ¿Esperaba estar así en la jornada 22?

No me había planteado un número de puntos, sólo esperaba acabar la primera vuelta cerca de las posiciones de salvación. Es muy positivo estar así, queda mucha liga aún para llegar a nuestra meta que es la permanencia.

¿Sigue pensando sólo en la permanencia, o en ser el primer equipo menorquín de la tabla?

Nuestro objetivo a largo plazo es salvarnos. Así como empezó la temporada es lo que tenemos que pensar. Trabajar partido a partido, y no cambiar la línea de trabajo. Mi filosofía es ir partido a partido.

Aún es pronto, ¿pero le gustaría que le ofrecieran la renovación?, ¿estaría dispuesto a aceptarla?

Es pronto para hablar de ello. Estoy muy a gusto en el club con el presidente, con Tià Carreras, que además de ser una gran persona, es un gran director deportivo, y ha conseguido formar un gran equipo. Si los futbolistas están conmigo, y gusto a la afición, por mi parte siempre habrá la posibilidad de hablarlo, pero repito, aún es pronto.

¿Cómo lleva trabajar en dos clubes a la vez?

Muy bien, así conozco a más gente y ellos conocen mi forma de trabajar. Tenía un compromiso con el Penya, la condición primera fue seguir allí, porque no es mi estilo dejar los trabajos a medias. Lo compagino bien. Por la mañana lo programo todo, y por las tardes lo desarrollo, primero en el Penya y luego con el Ferreries.

Diario de Menorca