La desigualdad en el fútbol es reflejo de una sociedad patriarcal injusta con las mujeres donde no solo cobramos un salario menor que los hombres, sino que además sufrimos violencias (de todo tipo) y encima nos culpan a nosotras.

Hoy en día el ‘postureo’ es lo que se vende, donde queda muy bien hablar del fútbol «femenino», y hacer creer que se apoya, «Las MUJERES están cansadas de organismos y personas que sólo están con el fútbol femenino para hacerse la foto» pero que nunca se ve una apuesta real ni firme por este fútbol. El fútbol femenino y la mujer quieren avanzar pero para eso las tienen que dejar.

La falta de reconocimiento a las que empezaron a caminar para que quienes levantan títulos hoy puedan correr, es una injusticia. Reparar el daño de los años de silencios, burlas y maltrato no es sencillo, pero lo único que pedimos es memoria para las mujeres que prendieron la llama del fútbol con apellido ”femenino”. Hacer justicia a la memoria de las mujeres que lo han cambiado va más allá de la visibilidad, es respeto y reparación. Es compromiso con la historia del fútbol “femenino” con todas aquellas mujeres que fueron artífices de su expansión. Hay que hablar de las mujeres que cuando todo estaba en contra y nada a favor peleaban y abrían puertas para que hoy las niñas puedan ser Virginia Torrecilla, Patri, Mariona, Cata, Alexia, Aitana o cualquiera de las futbolistas que están en primera línea”

Hay muy pocas mujeres en cargos de responsabilidad, muchas de ellas son forzadas por las cuotas y políticas de igualdad más que por convicción. Lástima que las mujeres en el fútbol no solo tenemos que pelear contra ese machismo, también tenemos que pelear entre nosotras, determinadas mujeres que se dejan manejar para obtener o mantener un puesto. Así no se puede avanzar.

Hay presidentas de club, directivas, etc pero los cargos de gestión les siguen perteneciendo a ellos. El legado de las mujeres directivas que han peleado por asentar al fútbol “femenino” en la cúspide de la profesionalidad va más allá de individualismos, su reconocimiento es una responsabilidad de todos. Empezar a ocupar espacios que no nos estaban destinados es difícil pero es la línea a seguir para mejorar las condiciones de las mujeres en el fútbol, no podemos permitir que los espacios que venían ocupando las mujeres en el fútbol «femenino» también los ocupen ellos con la justificación de que igualdad es eso hombres y mujeres compartiendo, pero la realidad es bien diferente ya que donde tendría que estar una mujer piensan en un hombre para ocupar esa responsabilidad. Ya que nos es difícil entrar en el fútbol masculino, estamos viendo que eso ya no les basta a «ellos» porque también tienen que ocupar el fútbol “femenino” siguiendo así relegadas a un segundo plano, perpetuando la invisibilidad, y discriminación a las que nos tienen sometidas.

La igualdad sigue yendo un paso por detrás y el proceso es lento. Queda mucho por hacer, tenemos que liderar el mensaje de la incorporación de las mujeres, futbolistas, entrenadoras, arbitras, etc a las que debemos abrir camino y permitir que nos ayuden a cambiar las cosas.

“Hacemos protocolos, estatutos… pero no se aplican ni se siguen”, ¿Quién consultará el VAR de la desigualdad si nadie ve los constantes fueras de juego?.

#NiFemeninoNiMasculino

#FútbolEsFútbol

 

Redacción