Un niño pide disculpas a un árbitro por la actitud de su padre en la grada

El progenitor acusa al árbitro de humillar al futbolista

Encuentro de fútbol de formación. /ANTONIO HEREDIA

Un jugador portugués solicitó un abrazo al árbitro y pidió disculpas por el comportamiento que estaba teniendo su padre en las gradas. Ocurrió el pasado 20 de enero en un partido entre el Moura AC y el Despertar SC, dos equipos de la región de Beja, en el sur de Portugal.

Ambos equipos medían a sus formaciones de menores de diez años, cuando el árbitro del encuentro tuvo que detener el juego una vez transcurridos quince minutos desde el inicio. La causa no era otra que el comportamiento agresivo del padre de uno de los jugadores del Despertar en las gradas.

El árbitro del encuentro, Edgar Ramos afirmó al diario deportivo A Bola que «este hombre estaba amenazando y perturbando el partido», por lo que ante la falta de presencia policial decidió parar el partido. Fue entonces cuando el hijo de este ruidoso hincha, Martim Venancio, se dirigió hacia el árbitro y le pidió si le podía dar un abrazo.

Ramos relató en el informe del partido todo lo sucedido: «Le dije enseguida que sí (a darle el abrazo) y él me respondió ‘señor árbitro, le pido disculpas por el mal comportamiento de mi padre‘». Para recompensar el gesto del niño, el árbitro decidió atribuirle una tarjeta blanca, herramienta lanzada por la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) en 2017, para promover el fair play en todas las categorías hasta los 14 años.

El colegiado, que arbitra desde hace 20 años, aseguró que no olvidará «jamás» el comportamiento del futbolista. «Me aporta la motivación para seguir ejerciendo esta función», añadió. Después de una ovación del público al niño, el partido pudo seguir.

El padre acusa al árbitro de humillar a su hijo

En declaraciones a la agencia Lusa, el padre del atleta, João Venâncio, desmintió la versión del árbitro, acusándolo de haber «sido él a abrazar al hijo y, con ello, humillarlo», asegurando tener testigos de la forma de actuar del árbitro.

«Me alegro de que mi hijo haya visto la tarjeta blanca», comentó el padre de Martim, confirmando que el joven «fue a pedir disculpas por el comportamiento» que estaba teniendo fuera de campo, aunque asegura «no haber amenazado nadie».

El árbitro Edgar Ramos mantiene lo que escribió en el informe del juego, argumentando ser «la versión del padre propio de quien se sintió mal con la situación», recordando que el gesto y la tarjeta «recibieron palmas del banquillo», momento en que, dijo, «el padre se mostró avergonzado».

 

http://www.elmundo.es/deportes/futbol/2018/02/23/5a906097268e3e83238b45fb.html

elmundo.es

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