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El Atlético Isleño juega esta tarde, a las 18.30 horas, el partido más importante de sus 34 años de historia, ya que si gana o empata con goles con el Platges de Calviá subirá a Tercera División y figurará para siempre en lo anales del fútbol pitiuso. En el partido de ida disputado hace una semana en el estadio Can Misses empataron sin goles.

En caso de que el partido acabe 0-0, se jugará una prórroga de media hora y si persiste el empate sin que se mueva el marcador se lanzarán penaltis hasta que haya un ganador.

Pocas personas imaginaron hace un año que este equipo lucharía por ascender a categoría nacional, pero así ha sido: lo han conseguido con toda justicia en una temporada en la que han demostrado sobre el terreno de juego ser los más regulares de una competición en la que han aprendido de los errores y han trabajado para corregirlos hasta convertirse en un equipo casi imbatible perfectamente estructurado en todas sus líneas.

Hoy, once meses después, el Isleño se desplaza a Palma para jugar el encuentro que puede marcar las vidas de todos sus integrantes. Vila y todo el fútbol ibicenco estará pendiente de lo que hagan en Calvià. La afición ha entendido a la perfección la importancia del partido y un centenar de seguidores animarán al equipo en Magalluf, aunque tendrán una dura competencia, ya que habrá diez veces más de aficionados del conjunto mallorquín.

Oportunidad ideal

Los futbolistas ibicencos tienen el ascenso al alcance de la mano por primera vez en su vida para la mayoría de ellos, pero que nadie se equivoque: el partido será difícil y extremadamente complicado.

La plantilla sabe que tiene muchísima responsabilidad, pero los jugadores la asumen con naturalidad porque, al fin y al cabo, han trabajado duramente durante un año para hacer una buena temporada y ahora tiene la gran oportunidad de redondearla de la mejor manera imaginable: subiendo a Tercera División.

Los dos entrenadores no quisieron dar pistas ayer sobre sus plantillas y mucho menos sobre las posibles alineaciones titulares porque esperarán al pitido inicial para poner sus cartas sobre el tapete del terreno de juego.

Diario de Ibiza