El consejo de administración del Mallorca sellará en los próximos días su primera gran alianza de poder. Jaume Cladera -presidente-, Llorenç Serra Ferrer -vicepresidente- y Pere Terrasa -consejero- sindicarán sus acciones y se asegurarán una posición estratégica -la más influyente- en el órgano de gobierno de la SAD Balear. En la actualidad, la suma de sus títulos de propiedad alcanza un 43 por ciento del accionariado, aunque su porción de la tarta se verá notablemente incrementado en las próximas semanas.

Llorenç Serra Ferrer ya ha confirmado que adquirirá las acciones del ex presidente Josep Pons (2’5%) y una parte aún por definir del paquete que todavía tiene escriturado Mateu Alemany (28%). No obstante, está previsto que el máximo responsable deportivo de la entidad pase a controlar entre un 41 ó 43% del accionariado.

Jaume Cladera y Pere Terrasa, por su parte, comprarán también una parte de los títulos de Alemany, un cinco por ciento cada uno, mientras que se ha reservado otro paquete (entre el 8 y el 10 por ciento) para un inversor extranjero con el que se espera cerrar un acuerdo en breve.

En este nuevo escenario, Serra Ferrer reforzará su posición de accionista de referencia del Mallorca, que se acentuará con el pacto ya cerrado con Jaume Cladera y Pere Terrasa (ambos pasan de un 5 a un 10%). La sindicación dará a este triángulo el manejo de más de un sesenta por ciento de la sociedad y eso significa que será imposible adoptar cualquier decisión de calado sin su consentimiento.

La distribución definitiva del accionariado del Mallorca debe concretarse a finales de mes, aunque la única incógnita que falta por despejar es la identidad del nuevo accionista de nacionalidad británica, si bien su paquete no superará nunca el 10 por ciento. Confirmado el desembarco del polifacético empresario aleman Utz Claasen -el lunes tomará parte en la reunión del consejo de administración-, será la primera vez que una persona nacida fuera de España pasa a formar parte del accionariado y el órgano de gobierno del club desde su reconversión den SAD. Eso sí, por una simple cuestión de porcentajes, su peso real en la gestión de la entidad será muy relativo.

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