Los administradores investigan la última etapa de Grande

Viceneç Grande, en una de sus comparecencias en los juzgados de Palma
Vicenç Grande, en una de sus comparecencias en los juzgados de Palma

Los administradores concursales que tutela el concurso de acreedores están investigando la última etapa de la gestión de Vicenç Grande al frente del Real Mallorca en busca de actuaciones abusivas que consideren perjudiciales para la masa de acreedores. La primera víctima de esta investigación es Nando Pons. Los administradores concursales interpusieron ayer una demanda ante el juzgado de lo Mercantil número dos de Palma contra el todavía director deportivo para que reembolse el millón de euros que le regaló Grande como gratificación por la venta de Dani Güiza al Fenerbahçe turco en julio de 2008.

Los administradores tienen la potestad de revocar las decisiones tomadas en la etapa de Grande consideradas perjudiciales para el patrimonio de la entidad en los dos años anteriores a la declaración del concurso. Los tres gestores judiciales consideran que actuaciones como el premio de Grande a Pons son «donaciones sin justificación».

Pons declinó hacer declaraciones al respecto, pero criticó que el pasado martes tenía concertada una reunión en el despacho de uno de los administradores –Sebastià Frau– para hablar de la rescisión de su contrato y el abogado del Mallorca, Miquel Coca, no se presentó pese a que estaba citado.

El rastreo de los supervisores del concurso no se quedará ahí. Vicenç Grande pulverizó los presupuestos que él mismo había diseñado en la temporada 2007/2008  2007/2008 que se saldó con un desfase de 17 millones de euros– y de la 2008/2009 2008/2009 que acabó con un desvío de trece millones. El desfase total entre lo presupuestado y lo pagado en esas dos campañas asciende a treinta millones de euros. En cualquier caso, los administradores solo pueden pedir cuentas de lo sucedido en la 2008/2009 2008/2009. Grande tuvo que dejar el club en diciembre de 2008 en manos de Mateu Alemany–.

El concurso de acreedores hunde sus raíces en los últimos meses de gestión de Grande, caracterizados por el pago desorbitado de comisiones a representantes y a futbolistas. En este último capítulo, el ex propietario presupuestó siete millones de euros en la campaña 2008/2009 y 2008/2009, pero acabó pagando más de once millones y medio de euros a unos futbolistas que no lograron la clasificación europea.

diariomallorca

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