Al final el problema es siempre el mismo: el puñetero dinero. Mattioni y su representante quieren que el Mallorca les aumente el salario que ellos mismos fimaron hace algunas semanas, porque aseguran tener una oferta muy buena del Zaragoza.

El resultado es que la nueva propiedad se enfrenta a su primer gran dilema: o cede y le sube el sueldo a Mattioni o accede a dejarle marchar al Zaragoza, club que por otro lado no está dispuesto a pagar ni un euro de traspaso, y se lo ha dejado muy claro al representante del jugador. Sí, sé que hay una tercera solución, obligar a Mattioni a que cumpla su contrato, pero tal como está montado el fútbol cuando se produce algo así es imposible dejarlo todo como está.

Por otro lado, esta tarde se producirá una reunión entre Serra Ferrer y Damià Amer, y el resultado de la misma todo hace indicar que será el adiós del que ha sido delegado del primer equipo durante las 17 últimas temporadas.

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