María Álvarez Maó

El mérito a una buena temporada deportiva no puede atribuirse a unas pocas personas, algo que en el Sporting Mahonés saben muy bien. En su primera campaña en Segunda División B, el conjunto de Joan Esteva podría enrolarse, junto con el Mallorca B, entre los equipos revelación. Con doce puntos, los mahoneses ocupan la octava plaza en la tabla, empatados con Benidorm, sexto, y Orihuela, séptimo, y rival que el próximo domingo visitará el campo de Bintaufa. El éxito de los blanquiazules en este arranque liguero se debe al gran trabajo diario del equipo, que entrena y se prepara cada jornada con las mismas ganas e ilusión que el primer día. Sin embargo, no se puede ocultar que una de las claves de este grupo reside en la zaga.

Los, hasta el momento, ‘intocables’ de Joan Esteva en la defensa titular del Sporting, Miquel Capó, Jeroni Coll, David Sánchez y Sergio Martínez, saben que el trabajo desde atrás es crucial para que el equipo continúe pisando fuerte. Los cuatro miran al futuro con pies de plomo, a pesar de figurar ya como una de las defensas más sólidas de la Segunda B, como así lo reconocen los rivales que ya la han sufrido.

En una improvisada tertulia sobre el césped del municipal, David Sánchez, el recién llegado, pero más veterano, analiza la situación: “Por mi parte estoy muy contento. Éste es un gran grupo tanto dentro como fuera del campo y para mí ha sido muy fácil integrarme. Mi experiencia me dice que todo va bien cuando las victorias acompañan, pero cuando se pierde…”. Raül Capó se encarga de continuar: “tenemos que aprovechar esta buena racha y seguir con los pies en el suelo. Cuando llega junio nadie se acuerda de quién jugaba en octubre”. “Es una profesión algo ingrata”, prosigue Sánchez, que se empeña en ser el ‘hermano’ mayor: “A mí ya me queda poco, el futuro está en los jóvenes”, comenta entre risas. Se refiere el catalán a jugadores en potencia, con proyección, como el central menorquín Jeroni, de 19 años, que contesta: “Nosotros lo que tenemos es mucha ilusión y ganas de trabajar día a día”.

La charla se anima y deriva en un análisis de los rivales con los que, hasta ahora, se han medido: “Se nota mucho el cambio de categoría”, comenta el lateral Sergio, “son más rápidos y experimentados”. “El salto de categoría era una inógnita para todos, sin embargo, -interrumpe Capó- no nos hemos sentido inferiores en ningún momento, sino que, hasta ahora, estamos en ese mismo nivel”.

El buen ambiente y la confianza se palpa, algo imprescindible para el buen funcionamiento de cualquier grupo que se precie.

“Que por qué se nos da bien jugar fuera de casa?, supongo que llegamos con la fuerza y la ilusión de los recién llegados”, cuenta Sánchez mientras que los demás asienten. “No es lo mismo para nosotros jugar en el campo del Lleida o del Albacete, que tienen pasado en Primera División, que para ellos venir a Bintaufa”. “Nosotros vamos más motivados”, asegura el joven del grupo, Jeroni, que además se estrenó como goleador en el último encuentro ante el Valencia Mestalla.

Se preparan para entrenar con la vista puesta en la próxima jornada. “Para hacer válidas las dos últimas victorias, debemos ganar el domingo al Orihuela”, subraya David Sánchez. Bajo el sol aplastante que caía ayer sobre Bintaufa, alrededor de las cinco de la tarde, Joan Esteva llama a sus jugadores. Comienza una nueva semana de trabajo, positiva, porque se ganó el domingo. Pero este equipo basa su éxito en el trabajo, y, trabajando, pretenden alcanzar la salvación lo más pronto posible. Como dice Sergio: “Si seguimos así, lo conseguiremos”.

DIARIO DE MENORCA