Alineaciones:

CD Binissalem: Mateu Vaquer, Simo Ramos, Alvaro Vera, Alpha Oumar Diallo, Juan C Murillo, Elias Chentouf, Javier Pou, David Garcia, Amador Mestre, Juan Moya y Adalberto Miguel Chagas.

Sustituciones: Adrian LÓpez por (min.68), Marc Matas por Juan C Murillo (min.68), Borja Gurrionero por Javier Pou (min.73), Antoni Valles por Juan Moya (min.73) y Alexandre Martinez por Elias Chentouf (min.81)

SCR Peña Deportiva: Samuel Carrasco, Sergi Quiros, Carlos Moreno, Alvaro Marti De Las Heras, Ander Montori, Manuel Expósito, Marc Fraile, Pedro Jesus, Mouhamed Gaye, Luis Enrique y Víctor Barber.

Sustituciones: Mubarak Alhassan por Manuel Expósito (min.63), Miguel Sazatornil por Ander Montori (min.65), Alejandro Manuel por Alvaro Marti De Las Heras (min.89), Samuel Alex por Mouhamed Gaye (min.89) y Santiago Maroto por Pedro Jesus (min.89)

Goles: 0-1 Pedro Jesus (min 34) y 0-2 Ander Montori (min 36)

Árbitro: Miguel Cifre Soria. asistido por Daniel Monserrat Ibaez y Pedro Juan Moreno Valero.

Tarjetas: Adalberto Miguel (amarilla, min 33), Juan C Murillo (amarilla, min 64), Miguel Angel (amarilla, min 68), Elías Chentouf (amarilla, min 68), Adrián López (amarilla, min 80), Amador Mestre (amarilla, min 84) y Antoni Valles (amarilla, min 90) para el Binissalem. Víctor Barber (amarilla, min 90) para el Peña Deportiva.

Comentario:

El conjunto de Santa Eulària entró al partido con el colmillo afilado, dispuesto a demostrar que lo del 4-1 al Felanitx no fue casualidad. Con las líneas bien juntas, presión alta y una salida limpia desde atrás, la Peña fue imponiendo su ley ante un Binissalem que apenas podía respirar. Los mallorquines aguantaron media hora con orden y orgullo, pero en cuanto los visitantes aceleraron, se desató el vendaval.

Primero fue Parra quien, tras una buena combinación, cazó un balón y lo mandó a guardar con la serenidad de los que saben que el gol es su hábitat natural. Apenas habían terminado de celebrarlo cuando apareció Montori para poner la puntilla. Robo en la medular, transición vertiginosa y definición de manual para firmar el 0-2 antes del descanso. Dos golpes certeros, dos estocadas que dejaron al Binissalem grogui.

En la segunda parte, la Peña tiró de oficio. Supo dormir el partido, manejar los tiempos y no dejar que el rival soñara con la remontada. Garrido movió el banquillo con inteligencia, dando aire al equipo y asegurando que el resultado no peligrara. Atrás, la defensa estuvo imperial, sin una fisura, mientras el centro del campo imponía jerarquía y criterio en cada balón dividido.

Con este triunfo, los de Santa Eulària suman su cuarta victoria y siguen metiendo presión al líder, un Manacor que mantiene tres puntos de ventaja. Pero más allá de los números, lo que ilusiona es la sensación de equipo sólido, reconocible, que sabe a lo que juega y que no se deja intimidar por ningún escenario.

Redacción