Jaume Bauza

El Real Mallorca completó su arsenal con Óscar Díaz, fichaje que Maheta Molango concretó después de pagar los 250.000 euros de la cláusula de rescisión del jugador que el Numancia exigía como pago por su libertad. El consejero delegado pasó la última jornada del mercado de invierno en Madrid ultimando la contratación del mediapunta y tratando de cerrar el fichaje de un centrocampista. Esta última operación se resistió y Fernando Vázquez tendrá que afrontar lo que resta de campeonato sin el refuerzo que había pedido para una demarcación que, considera, flaquea.

Ha habido emoción hasta el final con el fichaje de Díaz. El mediapunta, formado en la cantera del Real Madrid, se comprometió dos temporadas y media con el Real Mallorca después de que el club desembolsara su cláusula de rescisión en la Liga. El Numancia mantuvo en todo momento su negativa a negociar la cláusula.

El madrileño, que este curso contabiliza siete goles, era clave en el esquema del técnico Jagoba Arrasate. El pasado miércoles comunicó al club soriano su deseo de embarcarse en el proyecto bermellón y solicitó que facilitara su salida. Sin embargo, se encontró con la oposición frontal de su consejero delegado, Víctor Martín. «Queremos que Óscar Díaz se quede. Nos defenderemos con todos los argumentos legales. Si el Mallorca le quiere, que deposite la cláusula de rescisión en la Liga. Solo así se irá», aventuró el directivo.

Díaz, que será presentado este mediodía en Son Moix, ha vivido días muy difíciles desde que mostró su intención de recalar en el Mallorca hasta que se concretó su fichaje. Apartado del grupo, entrenó con la única compañía de un preparador físico y Arrasate le dejó fuera de la convocatoria esta pasada jornada a la espera de que aclarara su futuro.

DM