Si un equipo me ha ganado con el paso del tiempo ese es el Binissalem. Ayer volvieron a demostrar que cuando un pueblo, afición y jugadores se unen se vuelven invencibles. Sus jugadores son humildes, conscientes de que no llegarán a ser profesionales del balón, pero cuando se juntan no temen a nadie.

Ayer debían remontar un marcador adverso ante el Mallorca B, equipo plagado de jugadores que en breve serán profesionales. ¿Y qué? El «Bini» tiene estrella, la que le hace brillar en los momentos que más lo necesita.

¿Por qué ganan? No son los mejores, ni los más rápidos, ni los que más calidad tienen, ni los que mejor atacan, pero en el fútbol no todo son aptitudes, lo que más cuenta es la actitud, las ganas, el coraje, y los cojones… y en eso nadie les gana.

Tengo la suerte de tener amigos en este equipo y a pesar de mi condición de mallorquinista, ayer era uno más de los «assules» porque comparto sus ideales humildes y luchadores, porque cuando un pueblo lucha unido, ese pueblo gana. Quizás no gana un partido, pero se gana respeto y admiración.

El de ayer fue otro capitulo de una historia que no quieren acabar, y a buen seguro que el libro que están escribiendo mis compañeros sobre la historia de este equipo será un tesoro para los que aman este equipo.

VAMOS ASSULES!

Juan Gayá para Fútbol Balear.