El campo de fútbol queda precintado por el peligro de derrumbe de la cubierta

El Ayuntamiento contrata obras de urgencia para desmontar la estructura metálica, muy oxidada

La cubierta del campo del Poblense que deberá ser reparada para evitar males mayores. M. Serra

Magdalena Serra

La estructura metálica que cubre la tribuna principal del campo de fútbol de sa Pobla se encuentra en muy mal estado y no presenta las garantías de seguridad y estabilidad necesarias. Así lo han certificado el arquitecto municipal y un ingeniero industrial, después de llevar a cabo la semana pasada una investigación sobre el estado de la superestructura. Ante el alarmante informe de los técnicos, el alcalde de sa Pobla, Biel Serra, firmó ayer por la mañana un decreto de urgencia en el que ordena el precinto del terreno afectado por la cubierta y prohíbe la actividad en todo el recinto del campo de fútbol.

Debido a la proximidad del campo de fútbol con la entrada principal al polideportivo, el Consistorio cerrará el acceso y remitirá a los usuarios a otra entrada situada entre el CIFP Joan Taix y el campo de césped artificial.

El informe de los técnicos asegura que «la cubierta presenta graves patologías de oxidación y exfoliación en puntos importantes para su correcto funcionamiento» y reconoce que la situación en la que se encuentra la estructura puede causar situaciones «de peligro que pueden comprometer la integridad de bienes y personas». El techo de metal, construido hace treinta años, ocupa unos 400 metros que salvaguardan la tribuna presidencial, la sala de prensa y un tramo de grada.

El Consistorio tiene la intención de iniciar las tareas de eliminación de la cubierta a finales de esta semana, pero antes deben tramitar la contratación de urgencia de las obras. La intervención está presupuestada en 30.000 euros y será asumida íntegramente por el Consistorio. El principal problema radica en la construcción de la nueva cubierta, debido a que sa Pobla no dispone del capital necesario para afrontar el proyecto.

Serra explica que «a instancias del Poblense llevamos a cabo una investigación y ante las contundentes conclusiones del informe preferimos actuar de urgencia para evitar males mayores como podía ser un posible derrumbe».

La prohibición de utilizar el recinto deportivo afectará principalmente al club Poblense. Además, también se verán afectados los socios y miembros de la escuela de tenis de sa Pobla, ya que el edil ha decretado que no se utilicen los vestuarios del campo de fútbol, situados justo debajo de las gradas y que son usados tanto por el Poblense como por la escuela de tenis. Mientras se realiza la intervención, los entrenamientos y los partidos se disputarán en otro campo de césped artificial que hay en el polideportivo.

 

DM

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