Mario Ormaechea y Vicente Román, el lado más amistoso del derbi

El entrenador de la Peña y el del Sant Rafel coincidieron en el mítico Ibiza de las temporadas 91-92 en Tercera y 92-93 en Segunda B Este domingo aparcarán su buena relación para disputar el duelo de la rivalidad ibicenca

Los dos preparadores sacan codos en el estadio de Can Misses, donde vivieron tardes mágicas como jugadores del Ibiza hace ya dos décadas.

Mario Ormaechea y Vicente Román se conocen desde hace ya muchos años. En su etapa como ex futbolistas coincidieron en el Yeclano y en la mítica Sociedad Deportiva Ibiza de principios de la década de los noventa. Ahí se forjó una amistad que quedará aparcada durante los minutos que dure el derbi que enfrentará a la Peña Deportiva y el Sant Rafel este domingo (17 horas en el campo municipal de Santa Eulària).

Ormaechea dirige al club peñista, al que llegó procedente de los rafelers, de los que ha cogido las riendas Román. Con la grabadora encendida ambos reconocieron ayer que les resultará «difícil» ganar el partido, aunque fuera de micrófono el míster de los sanantonienses advierte a su colega de que no se lo pondrá fácil.

Los ahora entrenadores se vieron ayer en el estadio de Can Misses, la instalación en la que conocieron el éxito como futbolistas, pero también los sinsabores de los impagos en el mundo del fútbol. Ahora disfrutan del balompié desde la parcela técnica y con este rol se medirán pasado mañana por primera vez en Liga. De la forma en la que se hablan se percibe que entre ellos hay mucha complicidad.

Ormaechea, a pesar de que entre ambos equipos hay actualmente 14 puntos de diferencia en la clasificación, no se fía de los de Sant Antoni y señala que este tipo de encuentros «son muy competidos y la gente está muy motivada».

Román comparó el derbi pitiuso con el catalán entre el Barcelona y el Espanyol, otorgándole el papel de los blanquiazules a su escuadra. El consuelo para el preparador gallego es que su Sant Rafel llega al encuentro en la mejor racha de resultados de la temporada, con tres victorias consecutivas. La mejoría en defensa ha sido fundamental, con solo un gol encajado en tres jornadas: «Con la llegada de Iván Morales, en el centro del campo se nota. La defensa está un poquito mejor, más contundente y más seria, y estamos haciendo goles», dijo.

En contra de los rafelers está la estadística como visitantes, sustentada en solo seis puntos sumados de 21 posibles. Ante el líder, Román cree que no es el mejor momento para mejorar esos registros, por lo que su equipo deberá hacerlo «bastante bien» y el rival «muy mal». El empate podría ser «un resultado buenísimo» dependiendo de cómo transcurra el choque, dijo el exportero de la SD Ibiza.

Ormaechea entiende que la presión deba recaer en la Peña porque son «los primeros de la Liga». «Es normal que nos elogien, pero nosotros tenemos que ir a lo nuestro. Sabemos que tienen cinco o seis futbolistas que en mi equipo serían titulares, pero entiendo que somos los favoritos porque somos líderes», dijo el entrenador catalán, que en su cabeza visualiza un derbi «como los de toda la vida, muy competido e igualado».

Ninguno de los dos cree que el trasvase de jugadores entre uno y otro equipo, incluido el del propio Ormaechea, el pasado verano, vaya a calentar el ambiente. «Esto son cosas que pasan en el mundo del fútbol. Yo tengo un amor eterno al Sant Rafel y ellos lo saben», dijo el ahora entrenador peñista. Para Román, «lo importante es que haya deportividad y que la gente vaya al campo y se lo pase bien» porque puede verse «un partido bonito».

Román y Ormaechea echaron ayer la vista atrás para recordar cómo vivían ellos los derbis cuando eran futbolistas y concluyeron que se hace «de una forma diferente». «Es bonito de las dos maneras, pero es mucho mejor ser jugador que entrenador. Yo, que era delantero, era el tío más feliz del mundo cuando metía goles», explicó el catalán. «Como jugador saltas al campo y se te pasa todo. Como entrenador estás en todo momento pendiente de corregir y animar», señaló el de los blues.

Vivencias juntos

Los ahora técnicos coincidieron en el Ibiza en la campaña 91-92, con un ascenso a Segunda B y una campaña 92-93 con luces y sombras. De codearse con los grandes de la categoría de bronce del fútbol español, pasaron al sinsabor de no cobrar sus salarios e incluso a protagonizar un encierro de protesta que duró doce días. «Creo que fue el encierro más largo de la historia del fútbol español. Hemos compartido cosas muy buenas y somos grandes amigos», comentó el que fuera delantero centro de la SD Ibiza.

Posteriormente también estuvieron en el Yeclano, club del que Román guarda una anécdota «muy buena» con Ormaechea de protagonista: «Pensaba que le habían robado el coche en Elda y estuvimos todo el equipo buscándolo. Resulta que se lo habíamos escondido nosotros», recordó entre risas de ambos el ahora técnico rafeler.

Hablan con nostalgia y orgullo de la campaña 91-92, en la que el Ibiza se paseó en Tercera, ya que estuvo 34 jornadas seguidas sin perder. En la memoria de Ormaechea está la repercusión que tenía el club, con un estadio de Can Misses prácticamente siempre a rebosar (solo con un graderío construido). «Estábamos calentando y ya había 2.000 personas viéndonos», apuntó Román, que llegó a comparar el juego de aquella escuadra con el que practica ahora el Barça, pero «salvando todas las distancias». «Yo estaba de portero y disfrutaba viendo cómo lo hacían estos tíos», recalcó.

De hecho, Ormaechea no cree que haya «nunca más» una plantilla como aquella, aunque le gustaría equivocarse. Ve con buenos ojos la iniciativa de crear el CD Ibiza –como continuación de Sa Deportiva–, pero su colega opina que el tiempo dirá si es positivo este proyecto.

Paco Murillo

Diario de Ibiza

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