Paco Segarra no ha alterado su discurso una vez conocida ayer a través de este diario, la determinación del grupo de exdirectivos liderada por Fernando Osuna, de impulsar una moción de censura para desalojarle de la presidencia del Sporting Mahonés en un proceso que pretenden tener consumado en un plazo no superior a dos meses.

El mandatario catalán no se muestra sorprendido por la irrupción de las personas que impulsan esta iniciativa aunque sí espera que pasen al terreno de los hechos y menos al de las palabras, “¿qué van a hacer, qué van a aportar, cómo van a trabajar?”, se pregunta el presidente. Al mismo tiempo admite que “ellos son suficientemente mayores para que decidan lo que tienen que hacer y están en su derecho de actuar como lo crean conveniente”.

Este movimiento que, según los exdirectivos decididos a promover la primera moción de censura en la historia del deporte insular, pretende impedir que “Segarra siga dañando la imagen del Sporting y de Menorca”, no modifica un ápice la postura del presidente que rehúye cualquier tipo de valoración al respecto. Sí sostiene el mandatario que “mi responsabilidad es seguir hasta el final por la gente que ha estado conmigo y porque soy una persona que se viste por los pies; no lo hago por cabezonería ni por orgullo, pero la responsabilidad me obliga a estar hasta el final, aunque si la gente no lo quiere igual me hacen un favor, pero yo, de huir, nada de nada”.

Segarra asegura que continúa trabajando para darle una viabilidad al club en los meses que restan hasta final de temporada y conseguir así que pueda seguir compitiendo con su nombre la próxima temporada. El presidente insinúa, incluso, que es posible que antes de que la moción de censura llegue a planteare en una asamblea quizás ya ha podido aportar alguna respuesta que cambia la situación actual. “Y si son ellos los que tienen la solución, pues adelante, pero no con palabras ni saliendo un día en una foto del diario. Mientras tanto mi responsabilidad es aguantar el chaparrón porque lo fácil sería marcharme ahora que vienen torcidas”.

Segarra desmiente que la deuda acumulada en el club llegue a los 600.000 euros, y la cifra en la mitad. Cuando tomó el club dijo que su compromiso era dejarlo como lo encontró, es decir, libre de cargas. Al respecto afirma que “mi responsabilidad es quedarme para solucionarlo en cuatro meses o en cuatro años. Si alguien viene antes supongo que será porque tiene una solución y si no es así, que asuma lo que hay”.

Diario de Menorca