Carta de despedida de Mateo Escalas al CD Atlético Baleares

Mateo Escalas

Estos días ha finalizado un ciclo muy importante de mi vida.

Han pasado 5 años desde que empezó y ha habido tiempo para todo tipo de altibajos. Aun así, los altos siempre solían ganar a los bajos. Han sido 5 temporadas en las que la estabilidad, la ilusión y el crecimiento deportivo y social del club en nuestro añorado Estadi Balear acabaron dando paso a un año de transición. Un año complicado en el que cada uno de nosotros tuvo que apañárselas y tirar de favores personales para encontrar un hueco dónde ubicar a nuestros equipos para continuar adelante (especial agradecimiento al Rtvo. La Victoria, el otro club de mi corazón, y a su presidente, Ricardo López, por acogernos en su campo como si estuviéramos en casa).

Quedaba claro, por aquel entonces, que yo ya había conocido aquel famoso sentimiento baleárico del que tanta gente habla…y que siempre estará ahí.

En el último año y poco, el club ha progresado casi hasta la profesionalización, ha mejorado brutalmente en recursos humanos y materiales, y ha dado un gran salto de calidad. Pero con todo ello, también ha aumentado el nivel de exigencia y de responsabilidad, y lo que yo creía que era un buen trabajo, lo veían con otra perspectiva desde arriba. Al fin y al cabo, no se puede tratar a uno como a un profesional si sólo se añade peso en el lado de la balanza que pone “debe”.

Ha sido una dimisión pero tengo claro que en unos días se habría convertido en un cese, puesto que uno tiene una forma de trabajar y una personalidad propias que, cuando lo da todo, no tiene por qué dejarse cambiar. Aun así, comprendo y respeto, desde hace mucho tiempo, que el ser entrenador de un gran grupo representa generar diversidad total de opiniones sobre tu trabajo.

Dejo atrás a grandes personas -algunos grandes amigos-, pero también a otras con las que he llegado a sentir cierta obsesión hacia mí.

A las primeras darle las gracias por hacer mi labor un poco más amena: Toni Busquets, Mari, Juan Palmer y María Ángeles, que representan el aspecto más familiar del club; Toni Rodríguez, Gemma Sastre, mi cuerpo técnico de siempre en estos 5 años, y los que han ido llegando en otros momentos como Toni Muñoz, Marc Llinàs, Toni Llinàs y Xisco Barceló; y a todos los que forman o han formado esta gran familia que es el Atlético Baleares durante mis años ahí. Y como no, a los jugadores que han pasado por mis manos, y a los chicos con los que este año ansiaba cerrar un ciclo de 3 años: Pep, Sergio, David, Karakus, Pedro, Paco, Andrés. Mateu, Xisco, Cascales, Víctor, Polonio, Hugo, Javi, Joan, Jordi, Calden, Vives, Montes, Crespo y Jose, os voy a echar de menos.

Las personas pasamos y hacemos nuestra labor lo mejor que sabemos o podemos, pero el club se mantiene ahí y está por encima de todo lo demás. No sé si es un adiós o un hasta luego, el tiempo lo dirá…

1, 2, 3 Atlétic !!

Mateo Antonio para Fútbol Balear.

Más noticias que te pueden interesar

Comenta esta noticia

Los comentarios están desactivados temporalmente. En breve estarán disponibles de nuevo.