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La Selección española femenina Sub-19 no puede con Holanda (0-1) pero consigue un meritorio subcampeonato y consagrarse como, más que una gran promesa, una maravillosa realidad del fútbol femenino europeo.

A veces los sueños no tienen el final esperado. A veces se da todo en el campo pero el balón no quiere entrar. Se ponen las ganas, se da el alma. Pero el balón no quiere entrar. La Selección española femenina Sub-19 es subcampeona de Europa, un logro increíble el que ha conseguido un equipo del que todo un país se siente orgulloso.

Tras unos primeros minutos de intercambio de ocasiones y nerviosismo, el combinado que dirige Jorge Vilda se hizo con el control del juego y a punto estuvo de adelantarse dos veces en el marcador con disparos lejanos de Maitane López y Andrea Sánchez Falcón que se fueron por encima del larguero por milímetros.

En el fútbol, como en todos los deportes, si se perdona se suele pagar. En la primera ocasión de la que dispuso Holanda, la pichichi del campeonato Vivianne Miedema superaba a Sara Serrat adelantando a las holandesas en el luminoso del Ullevaal Stadion de Oslo.

El equipo nacional no se vino abajo tras el jarro de agua fría que supuso el tanto rival y haciendo gala del carácter que tiene este equipo, se rehizo y continuó buscando el gol. Y casi lo consigue antes del descanso, aunque sin suerte, por medio de una mala cesión de la defensa holandesa que a punto estuvo de aprovechar Andrea Falcón, un remate alto deLeire Baños y el peligro que siempre lleva a la portería rival la hiperactiva Nahikari García.

Decidida a remontar

Así salió la selección española en la segunda parte. España dio un pase adelante llevando su control del partido al área rival y solo la mala suerte evitó que las tablas llegaran al marcador tras dos saques de esquina que no terminaron entre las redes holandesas de milagro.

Como milagro fue que en el minuto 75 no llegara por fin el tanto español. Fue Nahikari García en dos ocasiones tras una magnífica jugada personal de Alba Redondo la que se encontraba con el muro que fue la guardameta Vreugdenhil durante todo el partido.

De ahí al final, el combinado español sitió la portería naranja pero los disparos de Celia, Marta, Alba o Mariona no quisieron entrar.

Con el pitido final se acaba un sueño que comenzó en la Ronda Élite de Portugal. Una etapa que ha situado a España entre las dos mejores selecciones de Europa. El subcampeonato es un gran éxito y este es un equipo de mucho futuro. El balón no ha entrado, pero han jugado, han luchado y se han ganado, con su fútbol, los corazones de toda España.

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