´No compro el Mallorca, los sentimientos no se compran´

Serra Ferrer saluda a los periodistas a su llegada a Son Moix, junto a un sonriente Alemany y Pep Alomar.  Foto: B. Ramon
Serra Ferrer saluda a los periodistas a su llegada a Son Moix, junto a un sonriente Alemany y Pep Alomar. Foto: B. Ramon

Llorenç Serra Ferrer oficializa el desembarco de su grupo en la entidad, «sé dónde me he metido».

RICARD CABOT. PALMA. Llorenç Serra Ferrer es desde ayer el nuevo hombre fuerte del Mallorca. En calidad de máximo accionista de la entidad, el pobler se presentó en la sala de prensa de Son Moix para el traspaso de poderes junto al ya ex propietario, Mateu Alemany. Y, desde el primer momento, quiso dejar claro que él y el grupo que le apoya no compran el Mallorca, «porque los sentimientos no se compran. Nos mueve un espíritu altruista y mi deseo es que el club sea un referente tanto deportivo como económico», explicó como idea general de su proyecto.

Respaldado en primera fila por el ex conseller de Turismo Jaume Cladera y el que será el responsable del fútbol base, Pep Alomar, ambos accionistas en el proyecto que nació ayer, Serra Ferrer, que se ha hecho con el 35 por ciento del total del accionariado sobre un costo total de dos millones de euros, definió lo que para él significa el paso que acaba de dar: «Es un día muy importante y de mucha responsabilidad, y llegamos con la intención de hacer viable el club». El pobler, que desempeñará funciones de mánager general deportivo, calificó la situación del Mallorca de «muy difícil», pero que afrontará el reto con «ilusión, prudencia, humildad y una afición detrás».

El ex preparador del Poblense, Betis y Barcelona, entre otros, no desveló ni el consejo de administración, ni quién será el presidente ni los responsables de área. Tampoco dio a conocer los nombres de las personas que le acompañan en su aventura y que avanzó ayer este diario.

Pasó de puntillas por los temas más espinosos. Por ejemplo, el del conflicto de Mediapro, de donde surgen los mayores recursos del club, quince millones de euros anuales: «Nos preocupa porque son muy importantes, pero espero que se pueda arreglar el problema». ¿Y si no se arregla? «Tenemos recursos», fue su única respuesta para zanjar un tema que preocupa, y mucho, a los nuevos inquilinos de Son Moix.

Serra Ferrer incidió en su idea de relanzar socialmente la entidad: «Hay que definir el club, llegar a la Part Forana, y a Menorca, Eivissa y Formentera. Mi idea es cambiar el modelo de gestión». Reconoció posteriormente que la entrada del club en concurso de acreedores «ha hecho más viable» la compra, mientras que Mateu Alemany, que sólo intervino en momentos puntuales, destacó que no había hecho falta la bendición judicial de los administradores concursales «porque el cambio favorece la estabilidad del club». El consenso entre el mallorquinismo en torno a la figura de Serra Ferrer supone para el técnico «una satisfacción, pero a la vez mucha responsabilidad. Sé dónde me he metido, que todo depende de que la pelota entre o no. Si no lo hace, lo tendré que aceptar», comentó.

Serra Ferrer se refirió también a la posibilidad de que la Federación Española, a instancias de la UEFA, retire al Mallorca de la Liga Europa por estar en concurso: «Sería una pena que le quitáramos esta alegría a la afición. Estoy convencido de que Mateu (Alemany) y Miquel Vaquer –éste, como presidente, presente en la sala de prensa– defenderán hasta el límite de sus posibilidades los intereses del club».

Diario de Mallorca

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